“Duele decirlo, pero hay que decirlo”

El Banco Central del Paraguay (BCP), en línea con su cronograma anual, realizó al cierre de abril su primera revisión de sus proyecciones económicas correspondientes al 2022, corrigiendo a la baja su estimación de crecimiento de nuestra economía, de 3,7% (pronóstico realizado en diciembre del 2021) a 0,2% (proyección actual), habiendo avanzado el año pasado en 4,2%.

He aquí un resumen del diagnóstico del BCP: “En el escenario base, la proyección de crecimiento del PIB para el 2022 se ajustó de 3,7% a 0,2%, explicado principalmente por el impacto de la sequía sobre la agricultura y sectores vinculados.

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Desde la última proyección dada a conocer en diciembre del 2021, las condiciones climáticas cambiaron brusca e inesperadamente, produciendo un revés significativo en las perspectivas de corto plazo. Así, la presente revisión a la baja del PIB para el 2022 se explica en gran medida por una de las sequías más fuertes desde que se tiene registros, la cual ha afectado duramente a la agricultura, ocasionando cuantiosas pérdidas en la cosecha de soja y otros productos agrícolas. Adicionalmente, el shock generado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania complica aún más el panorama, causando dificultades logísticas que retrasan las operaciones comerciales y limitan la cadena de suministros en las etapas de producción. Desde la óptica de la oferta, el sector primario registraría una variación en torno al -14,3% (1,6% en el informe anterior) explicada por disminuciones en la agricultura y la ganadería, que son las actividades más afectadas por los shocks mencionados”.

“El sector secundario exhibe una desaceleración desde un crecimiento de 3,5% al 1%, debido, principalmente, a retracciones en aquellas actividades manufactureras asociadas al sector agropecuario, como también a revisiones a la baja en construcción y electricidad y agua. Por su parte, el terciario prevé un menor ritmo de crecimiento, en alrededor del 2,2%, explicado mayormente por una caída del comercio y un menor crecimiento del gobierno general. En contraste, se pronostica un crecimiento, al margen, en otros servicios, en línea con la mayor apertura de la economía (transportes, intermediación financiera, alquiler de vivienda, servicios a empresas, hoteles y restaurantes y servicios a los hogares). Por el lado de la demanda, el consumo privado y la inversión arrojarían resultados positivos de 2,6% y 3,6%, aunque menores a las previstas anteriormente (4,5% y 4,6%, respectivamente).

Por su parte, las exportaciones e importaciones registrarían caídas en torno a 19,2% y 11,8%, respectivamente. La proyección de inflación para el 2022 se ajustó de 4,5% a 8,2%, mientras que para el 2023 el pronóstico es de 4,2%. En el primer trimestre del presente año, los precios continuaron siendo afectados por choques de oferta, principalmente concentrados en los bienes de alimentación y combustibles. Esta situación, ya presente en los últimos trimestres del año anterior, fue exacerbada por conflictos geopolíticos y la mayor incertidumbre global observada durante el último trimestre, elevando el punto de partida para los pronósticos tanto de corto como de mediano plazo, y resultando en una mayor tasa interanual que la proyectada anteriormente”.

Van mejorando los pronósticos últimos, BCP 0,2%, FMI 0,3%, CEPAL 0,7%, BANCO MUNDIAL 1,5% con escenarios menos malos con respecto a los iniciales que indicaban caídas del 0,5% al 1,8%. No está mal, pero aún resta un largo camino por recorrer, y en economía son un peligro los efectos retardados. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQD.

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