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Un nuevo estudio señala una relación paradójica entre el consumo y la ley. Quizá por eso, cuando el primer ministro Justin Trudeau prometió legalizar el uso de la marihuana en Canadá, la principal razón para hacerlo era proteger a los jóvenes. La marihuana es dañina para el cerebro en desarrollo, y una cantidad preocupante de menores de edad la estaba consumiendo. La propuesta contraria a la lógica se basaba en la idea de que las ventas reguladas eliminarían a los vendedores ilegales, a quienes no les importa la edad de sus clientes. Por el contrario, los vendedores legales generalmente cumplirán con las restricciones de edad para su venta a fin de conservar la licencia.

Es demasiado pronto para decir si el cambio de Canadá, a finales del año pasado, tendrá el efecto deseado. No obstante, hay un cúmulo de datos históricos en Estados Unidos que han estado jugando con varias formas de liberalización desde la década de 1990. Actualmente, 33 estados autorizan el uso de la marihuana con fines terapéuticos, y once han legalizado su uso recreativo. El proyecto de ley más reciente para su legalización, con fines recreativos, se firmó el 25 de junio en Illinois.

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Hasta ahora, las pruebas relacionadas con el consumo de los jóvenes han sido diversas. En un estudio del estado de Washington, se descubrió que el consumo había sido mayor entre los jóvenes de octavo y décimo grado después de la legalización. En un estudio diferente, se reveló que, de hecho, el uso había descendido en estos grupos.

Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics de la Asociación Médica Estadounidense, intenta realizar un análisis más completo a nivel nacional mediante el empleo de datos procedentes de valoraciones bienales que se hicieron a estudiantes de bachillerato y se conocen como Youth Risk Behavior Surveys (encuestas sobre los comportamientos de riesgo entre los jóvenes).

Ahí se descubrió que las leyes relativamente permisivas se relacionaban con un descenso del 9% en el consumo frecuente de marihuana por parte de los estudiantes de bachillerato. No hubo pruebas de que la legalización del cannabis para fines terapéuticos alentara el consumo entre los jóvenes estadounidenses.

PRÓSPERO NEGOCIO

Pese a que el descenso no es mucho, es marcado dada la variación de las políticas entre los estados. Algunos estados habrán tenido más éxito que otros en eliminar las ventas en el mercado negro por medio de la regulación de vendedores con licencia y la difusión del mensaje de que la marihuana es dañina para el cerebro de los jóvenes. A pesar de que el estudio solo mostró que existe una correlación entre los cambios de la política y una disminución en el consumo de los adolescentes, es factible que haya una relación causal.

En todo el país, la marihuana sigue siendo un negocio muy próspero que el año pasado obtuvo casi 10.000 millones de dólares y se cree que llegará a casi 45.000 millones de dólares para el 2024. No obstante, California se ha convertido en el primer estado en reducir su mercado legal después de la legalización. Según Arcview Market Research y BDS Analytics, su valor pasó de 3.000 millones de dólares en el 2017 a solo 2.500 millones de dólares el año pasado.

NUEVO GRUPO

El descubrimiento sobre el consumo de los adolescentes dará alas a los partidarios de la liberalización. La mayor parte de la población en muchos grupos demográficos apoya la legalización de la marihuana. Al mismo tiempo, el crecimiento del negocio está convirtiendo la industria de la marihuana en una fuerza dentro de los cabildeos de Washington y de los congresos estatales.

Veamos la conversión damascena de John Boehner. El ex presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, enemigo de la marihuana y miembro del Partido Republicano, ahora es miembro del consejo directivo y accionista de la empresa dedicada al cannabis Acreage Holdings con sede en Nueva York.

Hace unos meses, Boehner lanzó un nuevo grupo de presión financiado por la industria que promovía la “regulación federal con sentido común”. Si la ley federal cambiara para legalizar la marihuana, su empresa Acreage podría cerrar una lucrativa venta a Canopy Growth, una gran empresa canadiense dedicada al cannabis. El 10 de julio, un comité del Congreso celebró una audiencia sobre “la necesidad de una reforma”. Con la promesa de empleos reales e inversiones que pudieran resultar de la legalización a nivel federal, la propuesta incluso podría obtener votos.

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