Estados Unidos.

La senadora de Minnesota quizá sea la oponente que menos le gustaría a Donald Trump enfrentar.

Dos seguidores llegaron con su equipo para esquí noruego de fondo, otro par caminaba despreocupado en calzado para nieve y los perros iban enfundados en ropa de invierno de colores brillantes. Solo los valientes asistieron al lanzamiento de campaña de Amy Klobuchar en Minneapolis; les aseguro que ninguno de los presentes habría osado olvidar sus guantes.

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Klobuchar no es muy conocida. Las primeras encuestas (que de cualquier forma no son muy útiles) no la colocan cerca del grupo puntero en las primarias demócratas. Sin embargo, de entre todos los candidatos que ya han declarado su intención de postularse, quizá esta senadora de Minnesota sea la oponente que menos le gustaría a Donald Trump enfrentar en las elecciones generales. Si ese es el punto más importante a considerar para decidir quiénes participarán en las primarias demócratas, Klobuchar debería tomarse muy en serio.

FOGATA EN LA NIEVE

Al igual que cualquiera batallaría para encender una fogata en la nieve húmeda, Klobuchar podría tener dificultades para generar interés en un campo demócrata congestionado. No proviene de una familia adinerada ni cuenta con el respaldo de donadores destacados (la mayoría está en las ciudades de la costa). Durante una breve conversación con The Economist, la senadora afirmó: “No voy a decir que tengo mucho dinero en este momento”, pero “recaudaremos el dinero necesario. Una vez que los ciudadanos constaten que ni la nieve me intimida, no les quedará más remedio que darme dinero”.

La falta de dólares no es su único problema. Es una trabajadora tenaz y diligente que no hace aspavientos y cuyos discursos en ocasiones no son muy inspiradores, así que no es muy conocida. También debe superar otras desventajas en el congestionado campo de batalla de las primarias. Algunos demócratas más jóvenes o más de izquierda acapararon la atención con sus prontas promesas de servicios universales de salud. Klobuchar habla con más mesura del tema como meta final. Mientras que algunos quieren acabar con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés), ella, en cambio, habla de acoger a los inmigrantes y acabar con el odio hacia los extranjeros. Otros candidatos tienen más probabilidades que Klobuchar de atraer a los electores afroestadounidenses, cuya opinión contará mucho en los estados donde se realicen votaciones anticipadas para las primarias.

MÁRGENES AMPLIOS

A pesar de todo lo anterior, no nos apresuremos a descartar a Klobuchar. Se desenvuelve con una seriedad un tanto estudiada, pero también hace bromas con una gran facilidad y esta combinación les resulta agradable a muchos. Fue la primera senadora de Minnesota y siempre ha obtenido victorias con márgenes asombrosamente amplios en contra de oponentes serios. Además, Klobuchar registra cifras altas en sus parámetros de elegibilidad (medida del éxito electoral de un candidato que toma en cuenta tendencias nacionales, las ventajas de llevar tiempo en el cargo y otros factores).

ACTITUD Y POSTURA

En el 2018, cuando fue reelecta como una de las senadoras de Minnesota, sus cifras en el estado fueron muy superiores a las que registró Hillary Clinton dos años antes. Klobuchar incluso ganó en los dos distritos de Minnesota que en el 2016 habían votado por el candidato demócrata y en las elecciones para la Cámara de Representantes del 2018 prefirieron al republicano. También le va bien en las áreas rurales: en el 2018 obtuvo la victoria en 43 condados que Trump ganó con facilidad en el 2016. Si trazamos en un mapa las áreas de electores Obama-Trump (aquellos que cambiaron de Barack Obama en el 2012 a Trump en el 2016), observamos una gran concentración en el Medio Oeste.

Klobuchar ya ha visitado con gran frecuencia el estado vecino de Iowa, donde apoyó las campañas de otros demócratas en un territorio que presenta una mezcla similar a la de Minnesota de ciudades en crecimiento, zonas agrícolas e industriales. Es posible que a muchos residentes de Iowa les agrade su actitud consensuada y su postura centrista. Si las encuestas y también los caucus muestran el año entrante que la originaria de Minnesota es popular en el Medio Oeste, entonces su nombre comenzará a ser más reconocido y tendrá menos problemas de dinero.

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