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Tal vez la empresa inspire más modelos de suscripción y reactive el hábito de ir al cine.

Incluso para los parámetros de Hollywood, parece un planteamiento poco probable: una aplicación que ofrece acceso casi ilimitado a las salas de cine por diez dólares al mes. El servicio, llamado MoviePass, les paga a los cines el precio completo de casi todos los boletos que usan los espectadores. Evidentemente, pierde más dinero cuanto más lo use la gente. El final parece predecible, pero, ¿podría haber un giro?

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MoviePass ha gastado mucho más dinero de lo que incluso predijeron sus ejecutivos desde que introdujeron el plan ilimitado en agosto del año pasado. Ha atraído a más de tres millones de suscriptores y perderá “al menos” 45 millones de dólares este mes, de acuerdo con una presentación a la Comisión de Valores y Bolsa del 10 de julio por Helios & Matheson, una empresa de información que compró una participación mayoritaria en MoviePass el año pasado y ahora es dueña del 92 por ciento de ella.

Helios & Matheson informó que había perdido 242 millones de dólares en los nueve meses al 30 de junio y que sus pérdidas mensuales aumentarían conforme el servicio se volviera más popular. La empresa desea emitir más acciones y certificados para mantenerse a flote, pero podría ser una venta difícil si se considera que su valor por acción se ha derrumbado de 32,90 dólares el 11 de octubre a 18 centavos de dólar.

Sin embargo, se ha imitado a MoviePass. En junio, AMC Theatres, la cadena más grande de Estados Unidos, introdujo un programa similar pero a veinte dólares al mes, un modelo que quizá sea más sostenible puesto que el precio más alto limita el riesgo de pérdidas.

La razón de ver desde una nueva perspectiva las suscripciones al cine es que el viejo modelo tiene dificultades. El consumo de cine en Estados Unidos y Canadá se redujo en 30 por ciento por persona entre el 2002 y el 2017.

Las cadenas de cine, en cambio, se han concretado a arreglar los cines y elevar los precios: hasta 9,16 dólares por boleto este año, e incluso más alto en ciudades grandes. Solo el doce por ciento de los estadounidenses y canadienses va con frecuencia al cine (una o más veces al mes); estos espectadores comprometidos representan aproximadamente la mitad de todos los boletos vendidos.

Mitch Lowe, director general de MoviePass (y ex ejecutivo de Netflix), manifiesta no estar preocupado por las pérdidas. Dice que los espectadores más frecuentes se han suscrito primero a MoviePass, lo cual incrementó los costos. Conforme se suscriban más espectadores esporádicos, disminuirán las pérdidas.

PERSPECTIVAS

El servicio también anunció recientemente algunos complementos para ayudar a sufragar las pérdidas, incluyendo un “repunte de precios” en las horas de mayor demanda. Espera bajar el gasto del servicio principal de boletaje a un dólar por suscriptor con los cinco millones de suscriptores proyectados para finales del año. Planea que MoviePass registre ganancias por medios como la publicidad, por ejemplo, al promover películas a los usuarios a cambio de cuotas por parte de los estudios. Es decir, si dura el dinero.

MoviePass ya puede transformar la taquilla. Compra el seis por ciento de todos los boletos de cine en Estados Unidos, según la presentación de Helios & Matheson a la Comisión de Valores y Bolsa. En general, los recibos de las taquillas a nivel nacional van al alza: de principios de año al 9 de julio, obtuvieron un total de 6.600 millones de dólares, 8,8 por ciento más que durante el mismo período del 2017, de acuerdo con el sitio Box Office Mojo. Lowe calcula que se le puede dar el crédito a MoviePass por impulsar en tres por ciento las ventas de boletos. En Hollywood, eso suena como la realización de un éxito de taquilla, aunque en Wall Street se considere un fracaso.

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