Una investigación nueva sugiere que el nivel del dólar marca el rumbo del comercio mundial.

Agus Sacchal vende sábanas y mantas provenientes de una bodega en Buenos Aires y por ese trabajo recibe un pago en pesos argentinos. Esos pesos terminan en su billetera, pero otros dos billetes permanecen pegados en la ventana de su oficina. Uno es un billete de diez yuanes que conserva desde que visitó China para buscar tela barata. El otro es un billete de cinco dólares, que está prendido al lado de una factura, también denominada en dólares. A pesar de que no tiene ninguna relación comercial directa con Estados Unidos, cuando importa utiliza el billete verde.

En vista de la inestable historia financiera de Argentina, no es de sorprender que el dólar tenga dominio en ese país. De cualquier forma, es un caso extremo de un fenómeno más extendido. Después de analizar información sobre el 91% de las importaciones de todo el mundo, Gita Gopinath, de la Universidad de Harvard, descubrió que, si bien Estados Unidos representa por valor alrededor del 10% de esas importaciones, su moneda se utiliza para facturar más del 40% de ellas.

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Una investigación reciente sugiere que esto crea un vínculo entre la debilidad del dólar y una mayor actividad en los flujos comerciales, y viceversa. Las tendencias desde 1999 dan mucho qué pensar. Durante el 2017 el dólar se depreció un siete por ciento en comparación con una canasta de otras monedas, mientras que el flujo comercial global aumentó un 4,5%. Quizá algunos otros factores influyan en el comportamiento de ambos rubros. Sin embargo, un artículo que escribió hace poco Gopinath con Emine Boz, del Fondo Monetario Internacional, y Mikkel Plagborg-Moller, de la Universidad de Princeton, afirma que, incluso después de hacer ajustes por los ciclos de negocios de cada país, se observa que un fortalecimiento del dólar del 1% precede a una reducción de un 0,6% en los volúmenes de ventas fuera de Estados Unidos.

Para explicar la conexión, los autores cambian por completo la teoría tradicional sobre el impacto del tipo de cambio en el comercio. Los modelos de los libros de texto por lo regular dan por hecho que los precios de los importadores se fijan en la moneda del país exportador, por lo que es difícil renegociarlos. Si la moneda del importador baja con respecto a la del exportador, se reducen sus ganancias. En cambio, en vista de que participan en el intercambio comercial en la dirección contraria, sus compatriotas que exportan obtienen un estímulo, pues sus productos se vuelven más competitivos. En este mundo ordenado y simétrico, conforme se reducen las importaciones de un país debido a una baja en su moneda, aumentan sus exportaciones.

¿Qué sucede entonces en el caso de importadores como Sacchal, que compra en dólares? Los investigadores suponen que en esa situación desaparece la simetría. Si el dólar está más fuerte, su demanda por productos chinos se reduce, pero, a diferencia del caso anterior, no hay ningún tipo de compensación para los exportadores argentinos que envían mercancía a China. Así que, si el dólar está fuerte, bajan los volúmenes de intercambio comercial fuera de Estados Unidos.

Sus hallazgos respaldan esta teoría, pues descubrieron que el tipo de cambio del dólar parece ser más útil que el de otras monedas para predecir cambios en el flujo comercial y los precios. Esta relación se observa en particular en lugares que facturan una mayor proporción de importaciones en dólares.

Por otro lado, como indica un documento de trabajo que publicó hace poco el Banco de Pagos Internacionales, al fortalecerse el dólar, las condiciones de crédito pueden hacerse más estrictas en todo el mundo, lo que quizá dificulte la obtención de financiamiento para cadenas de suministro largas y, a su vez, afecte el flujo comercial. Los autores señalan que un dólar fuerte se asocia con inventarios de crecimiento más lento en las empresas (las cadenas de suministro más cortas requieren conservar menos suministros en cada eslabón).

En vista de la reciente debilidad del dólar, ¿qué podemos esperar con respecto al flujo comercial en el futuro? El aumento reciente en la actividad comercial quizá sea temporal, si los comerciantes renegocian los precios en dólares. Los resultados presentados por Gopinath y los demás autores sugieren lo contrario. Determinaron que, desde el 2002, los movimientos en el dólar siempre han tenido efectos en el comercio. Gabriel Sterne, de la consultora Oxford Economics, calcula que aún está por venir aproximadamente la mitad del aumento en los flujos comerciales debido a la debilidad del dólar desde el 2017.

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