Rodolfo Opi Sadler, el enólogo detrás de la línea Opi, de Mascota Vineyards, presentó las tres variedades que buscan acercar a los jóvenes a la cultura vinera.

Texto: Jazmín Gómez Fleitas

@jazgomezf

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Rodolfo Sadler proviene de una tradición vinera que nace con su abuelo vinicultor. Y es que el vino tiene mucha historia detrás, y justamente eso conlleva a creer que se tiene que ser un conocedor experto para disfrutarlo. ¿Qué pasa con los jóvenes que quieren probarlo?

“Los jóvenes, en vez de preferir los vinos, como lo hicieron sus padres, ahora eligen otro tipo de bebidas. Para poder mantener el consumo de vinos hay que mantener a este público y la línea Opi trata de buscar aquello que le puede fascinar a este segmento. Por eso hemos creado un vino afrutado, desestructurado y muy fácil de tomar”, señala Rodolfo al respecto.

Mitos en torno al vino

Uno de los principales mitos es que el vino debe tener corcho y no tapa con rosca para ser de buena calidad. “Por lo menos en Argentina, a la gente no le gusta que los corchos sean reemplazados, porque les recuerdan a vinos de menor calidad. Y realmente la rosca es un muy buen cierre para asegurar la calidad de los vinos cuando tienen mucha fruta y queremos conservarla, es ideal el uso de la rosca. Los vinos neozelandeses y australianos ya están optando por esa tapa, porque realmente conservan idealmente esas características”, desmiente el enólogo.

Otro mito con respecto a la región, y porque él es argentino y los vinos de Opi provienen de allí, es creer que Argentina solo produce Malbec. “Creemos que Argentina es únicamente Malbec y no es cierto. Hacemos Chardonnay, que son espectaculares; hacemos Cabernet Sauvignon que ya los hemos testeado en mercados externos, y están a la par de cualquier Cabernet del mundo y es un gusto. Argentina tiene muchas variedades que a lo mejor estuvieron durante mucho tiempo opacadas por el éxito de su Malbec, pero que ahora se dan a conocer”, explica.

Y finalmente, derriba una vieja idea alrededor del vino: esforzarse en demasía con el maridaje. “Creo que el maridaje pasa por la variedad sí, pero también por el sistema de elaboración que tiene cada una de las variedades. Podemos situarnos en que hay vinos que podemos maridarlos con comida, pero estos de la línea Opi no son vinos que necesariamente hay que maridarlos. Uno los puede disfrutar al llegar a la casa, tomarlo con amigos, a la hora que quiera. Son frescos, amenos, disfrutables en todo momento”, asegura.

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