La alta funcionaria habló sobre su lucha contra el statu quo y los esfuerzos para llevar adelante la reforma penitenciaria.

• POR LOURDES TORRES
• Periodista
• lourdes.torres@gruponacion.com.py

En el Ministerio de Jus­ticia bien se aplica el principio de Isaac Newton: “Toda acción tiene una reacción”, atendiendo a que desde que asumió Ceci­lia Pérez se enfatizaron los trabajos de seguridad pre­ventiva, enfocados en infor­maciones de inteligencia. Conforme a los datos reca­bados, comenzaron a tomar acciones preventivas y tam­bién reactivas como el tras­lado de reclusos ante la sospecha de fuga, en tanto enfrentaba reacciones de peligrosos grupos criminales.

La ministra Pérez señaló que desde siempre existió la amenaza de que, ante un plan de fuga y el traslado de reclusos, exista amo­tinamiento. “Siempre nos decían ‘no nos vayan a tras­ladar porque la gente va a reaccionar. Cuidado con fulano, no le toques’. Pero igual tomamos las decisio­nes, porque no podemos permitir que ellos mar­quen la agenda. Entonces, al comenzar a tener infor­maciones de inteligencia de plan de fuga, trasladamos a esas personas”, enfatizó.

Remarcó que tampoco se deja torcer el brazo cuando hay denuncia de corrupción entre los funcionarios. Ase­guró que no negocian ni dejan pasar cuando hay alguna irregularidad comprobada. “Hacemos los sumarios, si se le tiene que destituir, se le saca; si se le debe sancionar, se le aplican las sanciones y si son contratados, son des­vinculados. Tuvimos varias amenazas con relación a estas desvinculaciones e insisten­cia para volver a contratar­los”, comentó.

Sobre las irregularidades más frecuentes detectadas, indicó que tiene que ver con funcionarios que introducen productos prohibidos como celulares, alcohol, drogas y armas. “Cuando se detecta que un funcionario está invo­lucrado, actuamos. Tenemos personas que fueron suma­riadas y desvinculadas, por­que había como un negocio para hacer figurar en plani­llas a funcionarios que ya no podían venir a trabajar porque estaban enfermos u otra situación que les impedía venir a trabajar”, señaló.

También indicó que, si bien no tiene forma de comprobar, existe una fuerte sospecha de que existiría una especie de “comisión” del propio salario de ciertos funcionarios a fin de que sigan siendo incluidos en las planillas de pago de per­sonal.

La ministra señaló que durante muchos años se ha mantenido el statu quo en la cartera de Estado. Recordó que durante el tiempo que le tocó ser viceministra durante la administra­ción de Éver Martínez, se trabajó en el esquema de la reforma penitenciaria a la par de contener el sis­tema. Indicó que ya desde entonces escuchaban las advertencias que le daban al ministro de “que no tome tantas medidas para no mover el avispero”.

“Hay que entender que cuanto más se ponga en práctica la reforma, va a haber más reac­ciones. Porque el peor enemigo de la reforma es el mismo sis­tema existente”, sostuvo.

Al respecto del plan de la reforma penitenciaria, comentó que lo que se busca es montar cárceles donde se va a trabajar con un régimen diferente, se van a cambiar los paradigmas. “No es que van a estar más a sus anchas, los reclusos deberán acos­tumbrarse a cumplir con una rutina, a levantarse a una hora indicada, estudiar, tra­bajar, comer, descansar, volver al estudio. Se respetarán las horas de cada actividad. Estos cambios no son convenientes para los grupos criminales, porque el desorden favorece la corrupción y cuando uno pone orden no les conviene.

Desde que asumió la ministra de Justicia, Cecilia Pérez, tras la renuncia de Éber Ovelar, en noviembre del 2019, una seguidilla de hechos violentos se registraron en las cárceles como consecuencia de las acciones que fue tomando.

La alta funcionaria habló sobre su lucha contra el statu quo y los esfuerzos para llevar adelante la reforma penitenciaria. AÑO 2018

17 de noviembre: El nar­cotraficante del Comando Vermelho, Marcelo “Piloto” Pinheiro, asesina de 17 puña­ladas a una mujer dentro de su celda, en la Agrupación Espe­cializada. La joven de 18 años ingresó al penal en carácter de visita. Tras este hecho, las autoridades incrementaron su política de expulsiones sobre todo de los narcotrafi­cantes brasileños.

13 mayo: Dos muertes por arma blanca en Tacumbú: Óscar Daniel Morel Mar­tínez (27) y Wilson Anto­nio Diana Pereira (24), el segundo miembro del PCC. Diana Pereira era sospechoso de asesinar a un recluso en la cárcel de Tacumbú, a otro en Embos­cada y a dos en Concepción.

15 de junio: Masacre en el penal de San Pedro del Ycua­mandyyú. Una guerra cam­pal entre reos del PCC y Comando Rotela llevó a un amotinamiento, con el resul­tado de 10 muertos, 5 de ellos decapitados e incinerados y cerca de 30 heridos.

25 de junio: Hallan explo­sivos a 900 metros de la cár­cel de PJC. La Policía Nacio­nal encontró 1,245 kilos de dinamita en gel, con la que se intentó liberar a presos. Días antes, un allanamiento den­tro del penal encontró 5 cel­das vip, ocupadas por jefes del grupo criminal PCC. La Poli­cía manejaba información de un plan de fuga y se rastrilló la zona, hallándose en una bolsa arpillera, en un baldío.

5 de setiembre: Motín y toma de rehén en la cárcel de Itapúa. Supuestos miem­bros del PCC habrían tomado la sede del Centro de Reha­bilitación Social, ubicado en Cambyretá. Los reclusos tomaron de rehén al jefe de seguridad, Miguel Medina.

11 de setiembre: Fuga de película. Rescatan al peli­groso criminal Samura en la zona de la Costanera Norte de Asunción. En un opera­tivo tipo comando, unas 8 a 12 personas atropellaron y balearon un vehículo que trasladaba a Teófilo Samudio, alias Samura, peligroso nar­cotraficante, de la organiza­ción brasileña Comando Ver­melho. En el atentado murió el comisario Félix Ferrari y un guardiacárcel quedó herido.

19 de enero: Fuga masiva de miembros del PCC. Esca­pan por un túnel de la cár­cel regional de Pedro Juan Caballero. Inicialmente se habló de más de 90 fugados, pero la Fiscalía contabilizó 75 reos peligrosos, inte­grantes del PCC. La histó­rica fuga fue a través de un túnel en la madrugada de ese domingo. Tras una ins­pección a primeras horas, se encontró totalmente vacío el pabellón. Días después varios de ellos fueron recap­turados.

11 de febrero: Nueva fuga en Pedro Juan Caballero. Esta vez se trató de adolescentes del Centro Educativo y de Rehabilitación de menores de la ciudad, ubicado a unos metros del penal regional, donde un mes antes se regis­tró la fuga masiva. Dos meno­res de 14 y 16 años aprove­charon la intensa lluvia para escapar.

20 de junio: Una mujer intenta introducir mate­riales para fabricar una bomba casera en la cárcel de PJC. Los materiales esta­ban dentro de un embutido. La mujer supuestamente visitaría al reo de nombre Miguel Ángel Aquino. Sin embargo, el destinatario de los materiales era el brasi­leño José Hupes, integrante del PCC.

8 de julio: Asesinan al jefe de seguridad de la cárcel de Oviedo, Pedro Alcides Riquelme Galeano, jefe de Seguridad del penal local. Fue acribillado por sicarios en la vía pública. El hombre tenía contacto directo con presos de alta peligrosidad, participó en los traslados y requisas importantes en Pedro Juan Caballero.

13 de agosto: Amotina­miento e intento de fuga en la cárcel de PJC. Un nuevo amotinamiento, sumado a un intento de fuga, se registró en la penitenciaría. Encon­traron dos boquetes que se conectaban a su vez con un túnel que tenía una profundi­dad aproximada de un metro y una abertura de entre 50 a 60 centímetros.

24 de agosto: Abortan intento de fuga en penitencia­ría de Concepción. Durante un recorrido de rutina, guar­diacárceles notaron que los barrotes de las ventanas del pabellón donde se encuen­tran internos pertenecientes al crimen organizado esta­ban cortados. Tras el descu­brimiento se procedió a una requisa en el lugar, logrando incautar explosivos, pólvora y sogas.

19 de octubre: Intentan introducir explosivos a cár­cel de Tacumbú. La Poli­cía detuvo a una mujer que intentó ingresar elementos explosivos dentro del penal. La joven de 22 años llegó con una carga de dinamita en gel envuelta en una encomienda que, además, contenía otros productos, como aceite y harina.

8 de diciembre: Matan a puñaladas a una interna en el penal de Misiones. Según imágenes del circuito cerrado, se produjo una intensa pelea entre reclusas miembros del PCC y del clan Rotela. Resultó víctima fatal Jessica Lorena Benítez, de 25 años, supuesta miembro del clan Rotela. La mujer fue rodeada por supuestas miem­bros del grupo PCC.

7 enero: Abortan intento de fuga en Concepción. Tras un cateo encontraron explosivos y un boquete en la pared del pabellón de la organización criminal brasileña PCC. Se cree que con la intervención se habría evitado una fuga masiva.

10 de enero: Atacan la sede policial de Pedro Juan Caba­llero e intentaron rescatar a un miembro del PCC. Cerca de la 1:00 de ese domingo, un grupo fuertemente armado del PCC atacó la sede de Investigaciones de la Policía Nacional local con el objetivo de liberar a Giovanni Barbosa da Silva, “Bonitão”, quien fue detenido horas antes. No fue rescatado.

11 de enero: Muere un miembro del clan Rotela en cárcel de Ciudad del Este. Una pelea interna entre supuestos miembros del clan Rotela terminó con la muerte de Hugo Sebastián Lezcano Soler, de 23 años. La víctima presentaba varias heridas de arma blanca. El asesino fue identificado como Joel Benítez Galeano, de 33 años, también miembro del mismo clan.

16 de febrero: Motín en Tacumbú. Tras filtrarse un plan de fuga, encabe­zado supuestamente por el interno Orlando Efrén Bení­tez, se ordenó su traslado a la Agrupación Especiali­zada de la Policía Nacional. Esto molestó a los inter­nos, que desde la mañana comenzaron a amotinarse. En el transcurso de la tarde el caos se desató. Armados de puñales tomaron como rehenes a 18 guardiacárce­les y exigían la presencia de la ministra de Justicia, Cecilia Pérez. Incendiaron parte del penal, los internos tomaron venganza por la divulgación del plan de fuga, matando a quienes ellos considera­ban “soplones”. Resultado: 7 muertos, 3 de ellos deca­pitados.

Fuente: compilación propia.