Los senadores del Partido Liberal, Partido Democrático Progresista, Frente Guasu, Hagamos y de Patria Querida, siendo incluso totalmente antagónicos ideológicamente, pactaron una “alianza coyuntural” para contrarrestar lo que consideran es una “persecución política mediante la intervención de los municipios no colorados”. Sin embargo, las ideologías contrarias demuestran lo endeble de su pacto.
El senador patriaqueridista Fidel Zavala arremetió y cuestionó el posicionamiento político-económico de la senadora Esperanza Martínez. Esta última, siendo presidenta de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Senadores expuso su contrariedad contra el “modelo productivo basado en agronegocios, baja industrialización y un sistema tributario injusto”.
En la red social Twitter se desató una batalla ideológica entre los dos líderes “aliados” sobre el papel del Estado en la economía.
La senadora del Frente Guasu, ubicada en el espectro político en la izquierda, expresó: “Con este modelo productivo basado en agronegocios, baja industrialización y un sistema tributario injusto, el endeudamiento de éste y el anterior gobierno será pagado por sectores de medianos y bajos recursos, trabajadores, pequeños empresarios, funcionarios. Crisis asegurada”.
Por su parte, Zavala, ubicado en el espectro político en la derecha, refutó: “Ese modelo productivo nos está salvando de una crisis más ahondada, senadora. El campo, así como los que menciona, también va a pagar la deuda con los impuestos que ya paga. No más impuestos. Más inversión privada. Más formalidad. Un aparato estatal más chico. Esa es la fórmula”.
Cabe señalar que los antagonismos en materia político-económica decanta y permite observar el abismo ideológico que hay entre los sectores del “nuevo frente de oposición” en el Senado. Son 28 los senadores que realizaron una “alianza coyuntural” para presionar ante las intervenciones municipales. Sin embargo, el pacto no trasciende a temas de carácter nacional.
Si bien senadores como Hugo Richer (FG) pretenden que la unidad de la oposición coyuntural pueda llegar al 2023 en las elecciones presidenciales y con un proyecto de gobernabilidad, las contradicciones ideológicas serán obstáculos a esta pretensión.