El senador Eduardo Petta, quien accedió al Congreso por el Partido Encuentro Nacional (PEN) y ahora es colorado, cuenta con una vida política inestable y poco confiable, a tal punto que Eduardo González, apoderado de la ANR, lo calificó como el “saltimbanqui” de la política.
Petta perdió en las elecciones internas del 17 de diciembre como candidato a gobernador de Central y es uno de los que trabajan fuertemente para que el presidente del Senado, Fernando Lugo, excluya a Horacio Cartes de ser llamado para jurar en la Cámara Alta.
El autoproclamado asesor político del presidente electo, Mario Abdo Benítez, busca protagonismo antes de dejar su lugar en el Congreso, donde tampoco tendrá cabida en el próximo período gubernativo. Es que fue derrotado ampliamente en las internas por el ahora gobernador electo de Honor Colorado, Hugo Javier González. Su pobre actuación en el Senado tampoco le serviría para aspirar a algún cargo de relevancia en el nuevo gobierno.
El senador Petta se caracteriza por una conducta rastrera y cambiante. Su postura “entreguista” ante el gobierno argentino le valió la destitución del cargo de fiscal de Encarnación. No tiene empacho en mudarse de partido y como político cambia sus ideales a conveniencia.
CAMBIÓ 5 VECES DE CARPA
Petta, quien fue director de la Policía Caminera en la era de Fernando Lugo, no tiene dramas para pasar de un partido político o un grupo parlamentario a otro, lo que lo convierte en uno de los personajes más vistosos de la historia política de la transición. En solo cinco años cambió cinco veces de “estado político”.
En noviembre del 2003, Petta protagonizó un atropello a la soberanía nacional, por lo que fue destituido del cargo de fiscal de Encarnación. El motivo: hizo ingresar a soldados de la Gendarmería Nacional de Argentina para un procedimiento en Paraguay. Esta postura “entreguista” le valió su destitución por parte del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), que hoy en día él integra.
En la Caminera, Petta produjo lo que para algunos oficiales del Regimiento Escolta Presidencial fue un “burdo montaje”, el de simular la detención y multa al ex presidente Lugo, en connivencia con el propio Lugo. “Casualmente”, ese día Lugo iba manejando la camioneta oficial rumbo a Encarnación y era rarísimo que sucediera. Este hecho produjo mucho enojo en oficiales comprometidos con la seguridad presidencial, que debieron “tragarse el sapo”.
La infracción fue un adelantamiento indebido sobre doble raya amarilla y el registro vencido. Ambos le valieron una multa a Lugo. Este se adelantó en un tramo sobre la doble raya amarilla a una camioneta que se desplazaba lentamente. Los escoltas hicieron lo mismo. Al que se adelantaron era el vehículo del mismo Petta. A la altura de Villa Florida fue detenida por una patrulla la caravana de Lugo. Detrás llegó Petta y multó personalmente a Lugo.
EN EL 2011 PASÓ A LA ANR
En el 2011, Eduardo Petta se muda a una administración colorada como asesor vial de Arnaldo Samaniego, intendente municipal de Asunción.