Por Jorge Torres Romero, periodista

Tras la llegada de Horacio Cartes a la Presidencia de la República en el 2013, la multinacional Odebrecht abrió una oficina regional en Paraguay que estuvo a cargo del director financiero de la compañía, Marco Rabello y en nuestro país fungió como director de Desarrollo de Negocios.

El 27 de mayo del 2013, de la mano del empresario Carlos Jorge Biedermann, el mismo Marcelo Odebrecht (ex CEO de la organización Odebrecht, hoy condenado por los escándalos de corrupción) llegó a concretar una reunión con Cartes con el fin de exponerle sus intenciones de desembarcar en Paraguay para la concreción de varios proyectos.

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Siguiendo en plan de desembarco en Paraguay, Rabello logró cerrar reuniones con miembros del directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), a quienes expuso un plan para cerrar las operaciones basado en las pautas establecidas en el Convenio de Créditos Recíprocos, que no era otra cosa que disminuir sus riesgos comerciales utilizando como garante los mismos recursos del Tesoro. Dicho plan fue rechazado por los directores del BCP, según confirma el mismo ex director de la banca matriz, Santiago Peña.

El director de Desarrollo de Negocios en Paraguay era considerado uno de los hombres más habilidosos de la compañía y fue el emisario para “convencer” a las autoridades paraguayas del plan de negocios que la multinacional tenía previsto en el país.

Concretó varios encuentros con autoridades nacionales, con empresarios paraguayos de diferentes rubros, pero no logró imponer su plan que necesariamente debía contar con el aval del BCP para la operación financiera.

Tras esta negativa por parte del BCP, se evitó que Odebrecht opere en Paraguay como lo hizo en otros 11 países de la región, prácticamente utilizando el mismo esquema; es decir, de trato preferencial para quedarse con las grandes licitaciones en obras.

“Ellos (Odebrecht) querían una ley especial que nosotros no podíamos permitirnos otorgarles”, confesó Peña, ex ministro de Hacienda.

El lobby de Rabello para cerrar la operación fue enorme, puesto que veían a Paraguay como un potencial enorme, considerando la asunción de un nuevo gobierno, los planes anunciados en proyectos de infraestructura y además, tenían encima todo el know how (conocimientos técnicos y administrativos) de operaciones realizadas en otros países de la región.

“Nosotros nos reunimos, porque antes de todo este escándalo de corrupción de la compañía, estábamos hablando de una multinacional sólida en la región, pero nos pareció que pretendían invertir en Paraguay utilizando como garante y hasta disponibilidad los fondos del Tesoro. Para ello estábamos obligados a darle una ley especial y brindarle un trato preferencial que nosotros no podíamos permitirnos, porque todas las demás empresas plantearían lo mismo y les dijimos que no”, puntualizó Peña.

Los planes de Odebrecht apuntaban a participar en varias obras anunciadas vía Alianza Pública Privada (APP), como la duplicación de las rutas 2 y 7, el sistema de alcantarillado de Asunción y Área Metropolitana, entre otras.

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