El primer cardenal paraguayo Adalberto Martínez visitó ayer sábado la Unidad Penitencia­ria Industrial Esperanza en honor al día de la Virgen de la Merced y realizó una misa en la capilla para los internos. Durante el encuentro, reco­rrieron las instalaciones del penal y realizaron una pro­cesión en honor a la patrona de los reclusos.

El cardenal explicó que la intención es llevar la palabra de Dios a los reclusos y que con eso les de la esperanza y fortaleza para poder cum­plir con sus condenas para volver a sus hogares refor­mados. “Estamos en un día de fiesta, es el Día de las Mer­cedes, patrona de los priva­dos de libertad, venimos a festejar y orar con ellos y sus familias”, expresó.

Agregó que la Iglesia debe cumplir con su rol de asistir con la espiritualidad, acom­pañando a las personas que están recluidas dentro de los penales. “Queremos conocer a las personas que están en el penal, también a los tra­bajadores y colaboradores que acompañan a las perso­nas privadas de su libertad”, puntualizó.

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POCOS CENTROS DE AYUDA

Durante la misa, el cardenal pidió por las personas que están cumpliendo sus con­denas dentro de este centro de reclusión y también por los demás centros del país. Así también, lamentó que a nivel país haya pocos cen­tros de ayuda para las per­sonas con adicciones, situa­ción que es un problema social para todo el país. Aseguró que es muy impor­tante el acompañamiento de la familia, ya que las dro­gas son males que están aca­bando con la vida de muchos jóvenes.

En otro momento, Martínez recordó a las autoridades que se debe trabajar muy de cerca contra el abuso sexual y maltrato en niños, niñas y adolescentes, lo que lamen­tablemente ha aumentado considerablemente en los últimos meses, por lo que pidió que se trabaje con el entorno familiar para evitar estos casos.

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