A un mes de la aplicación del costoso medicamento Zolgensma a la niña Bianca Patiño Maíz, paciente con tratamiento contra la atrofia muscular espinal (AME), los médicos reportaron que la pequeña, de 2 años de edad, no registró los efectos secundarios adversos que se esperaban en este período. Esto fue celebrado por los padres de la niña.
“El 27 de febrero se cumplió un mes de la aplicación del remedio a Bianquita y lo más importante es que los médicos dicen que ella no presentó los efectos secundarios del medicamento esperados al mes de la aplicación”, destacó Tania Maíz, madre de la niña, en conversación telefónica con la 1000 AM.
La mujer explicó que el fuerte medicamento es como un virus que, luego de ingresar al organismo, produce una inflamación del hígado y genera otras complicaciones por el hecho de que la niña también consume corticoides en gran cantidad, otro potente fármaco. “Todos esos efectos que se esperaban este primer mes, con su dosis alta de corticoides, no se registraron. No hubo efectos adversos”, resaltó.
Maíz afirmó que estos resultados preliminares del tratamiento alegran demasiado a la familia, teniendo en cuenta que durante este período estuvieron estrictamente aislados y encerrados para no exponer a ninguna situación a la pequeña, mientras evoluciona con el medicamento en su organismo. “Su papá pidió vacaciones en su trabajo para estar con nosotros en casa. Tuvimos todos los cuidados para que ella pueda avanzar”, agregó.
Por último, la madre comentó que los tres primeros meses desde la aplicación del Zolgensma son los más críticos, por lo que todavía la etapa más delicada no ha sido superada. “Es una etapa crítica y como no hay hepatólogo pediátrico en Paraguay, los médicos se comunican con uno de Canadá, a quien le pasan todos los estudios de Bianquita para el seguimiento. Eso también nos está tranquilizando”, culminó.
CONTRA TODO PRONÓSTICO
Bianquita, a inicios del mes pasado, cumplió dos años de vida. Un 4 de febrero del 2019, a las 16:10, en la ciudad de Lambaré, nacía una pequeña guerrera con muchas ganas de vivir y sostenida con fuerza de la mano de sus papás, Tania Maíz y José Patiño, a quienes hoy todo un país los considera como unos superhéroes.