En el Centro Penitenciario para Mujeres Casa del Buen Pastor se encuentran 20 muje­res que dedican cuatro horas diarias para el aprendizaje de un oficio que, mucho más allá de ligarles al trabajo de la cos­tura, las conecta con el valor de un tejido típico de nuestro país, el ñandutí. Ayer, en conmemo­ración del Día del Ñandutí, las autoridades resaltaron el aprendizaje de esta artesa­nía como una herramienta de reinserción social.

La Ley Nº 6105 establece cada segundo domingo de octubre como Día Nacional del Ñan­dutí, por lo que el Ministerio de Justicia celebró la fecha, ya que la capacitación para el apren­dizaje del típico tejido dentro del Buen Pastor contribuyó a la reinserción social de aproxi­madamente 320 mujeres pri­vadas de libertad (MPL).

Desde hace once años, con el proyecto Kuña Katupyry, implementado de forma con­junta con el Comité Interna­cional de la Cruz Roja (CICR), se dictan los cursos de capaci­tación en bordados y el ñan­dutí forma parte de esa inicia­tiva. Hoy día Kuña Katupyry se denomina Kuña Pepo y se convirtió en un modelo empre­sarial que permite a las MPL a generar sus propios ingresos.

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