Tras el pedido desesperado de ayuda de Silvia Luport, la Defensoría del Pueblo acudió el sábado a asistirla. Contó que vive con sus dos hijas menores de edad, una de 13 y otra de 15 años, en un departamento en San Lorenzo y que a causa de la pandemia, la madre de 48 años, quien era empleada cocinera, se quedó sin trabajo, por ello tiene una deuda de dos meses de alquiler.
Denunció que salió a comprar para preparar el almuerzo y al regresar ya no pudo ingresar porque la propietaria cambió la cerradura de la puerta principal.
No conforme con esto, agregó que le cerró el paso junto con un guardia privado, quedando dentro las dos niñas sin luz, agua y comida. La señora Luport consiguió llamar a la Policía, cuyos efectivos apaciguaron a la propietaria y así la madre pudo volver a ingresar a las 12:30 del mediodía.