“La implementación de programas de ayuda social es una inversión porque ayuda a combatir la pobreza. De no aplicarse, la pobreza sería peor”, aseguró Rolf Hackbart, representante permanente de la FAO en Paraguay, tras la presentación de resultados de los programas de protección social en el país. Hackbart explicó que la inversión realizada fue de US$ 212.000, destinada para protección social, seguridad alimentaria y combate a la pobreza. Además, se capacitó a más de 800 personas en 8 departamentos, 100 distritos, y se organizó un trabajo conjunto entre la Secretaría de Acción Social (SAS) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para que lleguen juntos a las familias.
Se procedió también a la depuración de las bases de datos de la SAS, y si bien se continúan con los cinco programas (Tekoporã, Tekoha, Pescadores, Comedores y Tenonderã), ahora se tiene un listado único tras haber realizado cruzamiento de datos con la Policía Nacional y verificado al menos 359.688 registros. Actualmente, quedaron 152.000 familias en el programa Tekoporã y más de 30.000 en otros proyectos, explicó Hackbart. “Un niño en la calle, en situación de pobreza y hambre, sale más caro al país y a la sociedad, ya que es caro sostener la cárcel y no tener salud. Por eso, desde la FAO, acompañamos en el mundo la aplicación de proyectos como estos”, aseguró.
RESULTADOS
Se dio a conocer cómo muchas familias del interior logran optimizar los espacios disponibles en sus casas, incentivando las huertas familiares y la producción de animales menores, que pueden ayudar a la seguridad alimentaria.
Como ejemplo, citaron a una indígena que cultiva hortalizas en macetas y tiene un corral con aves y cerdos en un espacio reducido, asegurando así el alimento de la familia.