Ciudad del Este. Agencia Regional.

La intensa lluvia y fuertes vientos que también se registraron en la zona este del país dejó familias con casas precarias muy afectadas, sobre todo las que se encuentran en zonas ribereñas de arroyos y bajas, donde el agua se juntó rápidamente e hizo que las lluvias traspasen sus viviendas. En Minga Guazú, uno de los tinglados del complejo deportivo CIDE, ubicado sobre la Ruta PY02, se desplomó. No hubo personas lesionadas.

Varias casas del barrio Fátima de Ciudad del Este fueron tomadas por el agua y una gran parte de sus enseres domésticos quedaron inutilizados porque ya no hubo tiempo de resguardarlos. Si bien al terminar la intensa lluvia, las casas quedaron sin agua, las familias están con muchas necesidades de ser atendidas. No solo arroyos desbordados fue el problema sino las calles convertidas en agua que llegaron a traspasar las viviendas.

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Lo mismo pasa en las zonas más bajas donde se forman con cada lluvia pequeñas lagunas dejando las calles intransitables y las casas con parte de sus techos o paredes caídas ante lluvias y vientos intensos. El barrio “Che la Reina” de Ciudad del Este es una de esas zonas donde la intensa lluvias lo dejó de nuevo en medio del agua y cuyas calles nunca fueron atendidas como para que los pobladores no queden aislados ante cada intensa caída de agua.

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No hay anuncios de ninguna institución pública reportando algún recuento de daños y asistencia, pero desde diferentes zonas periféricas, sobre todo desde áreas de influencias de pequeños cauces hídricos, hay familias reportando daños.

En el centro de Ciudad del Este se produjeron explosiones en el sistema de cables donde intervinieron bomberos, pero las principales avenidas paralelas a la Ruta PY02, se convirtieron, como en cada lluvia intensa, en ríos de caudal intenso hacia el sector bajo del centro, donde está la avenida Luis María Argaña.

Llevó todo a su paso y para los vehículos que quisieron circular a las primeras horas de la mañana, fue imposible hacerlo porque eran llevados por la fuerza en la corrida del agua. La falta de desagüe y el desastroso estado de las calles que no tienen ninguna infraestructura para enfrentar un caudal intenso de agua convierte en peligroso el centro con cada temporal.

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