La directora del Observatorio de la Mujer del Ministerio de la Mujer, Raquel Iglesias, habló sobre los últimos hechos de feminicidios y tentativas que se dieron en este 2021, revelando que en los dos primeros meses ya se registraron cinco asesinatos y seis intentos de homicidio contra mujeres.
“En enero cerramos con cuatro casos y en febrero solo un caso hasta ahora, sí las tentativas fueron más, en las tentativas e imputados tenemos seis casos”, informó y agregó que desde la cartera estatal están emprendiendo, juntamente con el Ministerio del Interior y la Comandancia de la Policía Nacional, talleres y conversatorios para los uniformados, a fin de lidiar y tratar las denuncias de mujeres en las comisarías.
“La ministra de la Mujer estuvo con el comandante de la Policía para acercarle la necesidad de volver a reanudar los talleres que ya se han hecho en forma intensiva durante el 2020 y trabajar con esas comisarías donde se registran más altas cifras de denuncias por violencia intrafamiliar o por violencia de género”, detalló la directora.
Así mismo, refirió que desde esta dirección se ha observado en los últimos casos que existe un patrón que se repitió, como denuncias previas e incluso órdenes de aprensión, además de antecedentes de violencia familiar. “Esas son características que se van repitiendo”, resaltó.
Para la profesional, el sistema de protección de la mujer que se acercó a realizar su denuncia y depositó su confianza en las instituciones que deben protegerla, la Fiscalía, el Juzgado y la Policía, están fallando. “Cuando la mujer ya ha hecho y ha confiado en el sistema y depositado su denuncia, se libran las órdenes de los juzgados, y lamentablemente no se están cumpliendo”, sentenció.
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Por último, Iglesias recordó que la violencia contra la mujer es un crimen, pese a que por años los problemas familiares han sido normalizados en la sociedad.
“Hay que comenzar a entender que la violencia contra las mujeres es un crimen y decir esto es redundante o innecesario, pero es importante hacer ese énfasis porque lamentablemente lo que se tiene es esa percepción que, por mucho tiempo, los problemas en las familias son algo normal, es una cuestión cultural”, puntualizó.