Orlando tiene 36 años, es una persona privada de libertad (PPL) y se encuentra recluido en la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero, en el departamento de Amambay; donde cumple una condena y donde, con talento y dedicación, emprende en el rubro de forrado en cuero. Su producción ya trascendió al mercado internacional, porque sus jarras forradas ya fueron exportadas a Brasil para su posterior venta.

El mito de que un presidiario no tiene oportunidades laborales fue derrumbado por Orlando y muchas otras personas privadas de libertad que, dentro del contexto de encierro, logran reencausar sus vidas mediante un oficio o emprendiendo con producción que enorgullece a Paraguay.

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No sabía enhebrar una aguja

Orlando relata que cuando llegó a la penitenciaría a cumplir su condena ni siquiera sabía enhebrar una aguja pero con el apoyo de sus compañeros que lo entrenaron, pronto se convirtió en un talentoso artesano de cuero. Crea todo tipo de forrados y bordados sobre cuero pero se destaca en con llamativas jarras forradas para tereré, forrados de termos, hoppies, champaneras, hieleras, conservadoras y tappers.

Hace unos cinco años, con el apoyo de su familia adquirió unas máquinas de coser y nació el taller de producción sobre cuero en la Penitenciaría de Pedro Juan Caballero, donde Orlando se convirtió en su propio jefe y dio trabajo a dos compañeros más para que lo ayuden a cumplir con los varios pedidos que suelen tener a nivel nacional e incluso internacional.

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Una empresa en familia

“Yo quería incursionar con algo nuevo y se me ocurrió el kit de jarra y vaso forrados en cuero con bordado artesanal. La competencia ndahae’iete vyrorei (no es joda ni fácil). El paraguayo antes acostumbraba tomar el tereré con yuyos, en jarra. La producción tiene aceptación porque hay gente que prefiere algo más liviano que un termo”, indicó Orlando sobre por qué optó por hacer algo diferente a lo que el mercado acostumbra.

El hombre (PPL) mediante su talento y esfuerzo se prepara para la reinserción social y afirma que se encuentra muy optimista por su vida, por las ventas que se pueden dar en las próximas fiestas de fin de año y cuando salga en libertad tiene como meta fortalecer y ampliar su emprendimiento en la producción y venta de sus productos.

Celebra que cuenta con el apoyo de su familia, su madre lo ayudó a comprar las maquinarias, su hermana se encarga de la entrega y levantamiento de pedidos y tiene una esposa y tres hijos que a pesar de los errores cometidos en el pasado lo esperan en su hogar pronto.

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