El Ministerio de Salud insta a la ciudadanía a no exponer a las personas alérgicas, niños y adultos mayores, ya que son vulnerables a los cambios bruscos de temperatura, y están más expuestos a contraer gripe o influenza, resfrío, laringitis, amigdalitis y otras enfermedades respiratorias.

Explicaron que los cambios bruscos de temperatura favorecen a la aparición de enfermedades que afectan las vías respiratorias, principalmente en lactantes y menores de dos años.

Así también recordaron que los más vulnerables a las bajas temperaturas son los niños y adultos mayores, éstos necesitan un abrigo más que un adulto para estar protegidos y así mantener la temperatura corporal.

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Instan a los padres a que, en días lluviosos, no expongan a sus hijos al ambiente húmedo. Ya que la humedad, sumada al clima fresco a frío, predispone a la persona a contraer enfermedades respiratorias, sobre todo a las alérgicas.

“Es importante no enviar a los niños a la escuela o a la guardería si se encuentran con síntomas de enfermedad, de manera a impedir la dispersión masiva de los virus. Fiebre, tos, catarro, rinorrea son síntomas que requieren atención”, puntualizaron. Ante la presencia de éstos síntomas, es necesario acudir al servicio de salud más cercano para recibir el tratamiento correspondiente y evitar que el cuadro se complique y llegue a una neumonía o pulmonía.

Por otro lado, las personas que cuentan con antecedentes de alergia, fácilmente se descompensan si no están protegidas y no mantienen un control estricto con su médico.

El intenso frío trajo consigo el aumento de las enfermedades respiratorias.


Medidas para prevenir enfermedades respiratorias

  • Lavarse las manos frecuentemente. Esto ayuda a la protección contra gérmenes. El uso de alcohol gel es una alternativa al lavado con agua y jabón en caso que éste último no sea posible.
  • Evitar el contacto directo con personas enfermas y, si es usted el que se encuentra enfermo, mantenga la distancia con otra gente para evitar la dispersión del virus.
  • Guardar reposo en el hogar. El reposo domiciliario ayudará a evitar el contagio a otras personas y a una mejor recuperación.
  • Evitar tocarse los ojos, la boca, la nariz. Los gérmenes pueden diseminarse cuando una persona toca algo que está contaminado con ellos y, luego, se toca los ojos, la nariz o la boca.
  • Mantener hábitos saludables. Un buen estado de higiene bucal y personal, dormir bien, mantenerse activo físicamente, en lo posible controlar el estrés, beber mucho líquido y comer alimentos nutritivos.
  • Evitar el intercambio de saliva. Utensilios como vasos, bombillas de tereré, chupetes, mamaderas, juguetes u otros utensilios que se lleven a la boca deben ser utilizados a modo personal.
  • Desinfectar sitios comunes. Es importante prestar atención a la desinfección frecuente de superficies de “alto nivel de contacto”, como picaportes y equipos comunes, auriculares de teléfono, mouses de computadoras, con hipoclorito de sodio (Lavandina).
  • Vacunarse. Las vacunas contra la influenza hacen que el sistema inmune desarrolle anticuerpos aproximadamente dos semanas después de la vacunación, brindando así protección contra la infección con los virus incluidos en la misma.  
  • No automedicarse. Consumir medicamentos únicamente prescriptos por el médico.
Las autoridades sanitarias aconsejan que los niños estén bien abrigados en estos días de intenso frío.

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