María Concepción Ramírez, recluida en el Buen Pastor desde el 11 de enero por supuesta violencia familiar prácticamente sin evidencias en su contra, espera que la Justicia le otorgue al menos la prisión domiciliaria como medida alternativa. Ayer la mujer declaró ante el Juzgado de Caacupé. También hizo lo propio su ex pareja, quien la denunció de haberle derramado ácido en la cara, situación que nunca se comprobó.

Por Aldo Benítez / aldo.benitez@gruponacion.com.py / @aldo_be

En el Juzgado de Caacupé leyeron ayer una resolución supuestamente de castigo para María Concepción, pero que para ella representa un alivio. La prohibieron acercarse a su ex pareja, Ángel López, a menos de 900 metros. Esto, debido a que ella es la denunciada por ejercer “violencia familiar”, según la denuncia que consta en su contra.

El denunciante Ángel López, durante su audiencia en el Juzgado de Caacupé. (Foto gentileza)

María Concepción Ramírez tiene 33 años. Trabaja entre 12 a 15 horas al día como limpiadora recorriendo domicilios o locales comerciales. Está casada con Ángel López Rodriguez, de la misma edad, sin profesión. Tienen tres hijos, de 14, 10 y 5 años. Vivían juntos hasta hace unos años en Encarnación, pero desde 2015, María Concepción decidió mudarse a Caacupé con sus hijos y algunas pocas pertenencias, cansada de la vida de violencia y engaño con Ángel. De hecho, la mujer lo denunció ante la comisaría de Ita Paso, Encarnación. La denuncia también fue radicada al Juzgado de Paz de esta ciudad.

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La denuncia por violencia familiar

La carátula contra María Concepción dice “violencia familiar y lesiones graves”. La denuncia, de su ahora expareja Ángel López, habla de que la mañana del 11 de enero pasado, María Concepción fue hasta su lugar de trabajo a atropellarle, para reclamarle el pago por manutención de los tres hijos menores de edad que tienen en común.

Siempre según la denuncia de López, él fue después hasta la casa de María Concepción para entregarle dinero y poder ver a sus hijos, pero supuestamente ahí fue atacado. Dice que luego de discutir, María Concepción le derramó un veneno que tenía preparado para fumigar la casa. El producto le quemó la cara y hasta le produjo un desmayo, dice el hombre. Por eso, tuvo que ser auxiliado por los vecinos.

Esa misma tarde se hizo la denuncia contra María Concepción, que se presentó a la Comisaría mas tarde. La imputación fue cuestión de horas y a la noche ya salió la orden para trasladarla directamente al Buen Pastor. El agente fiscal que firmó la imputación y pedido de prisión preventiva contra la mujer es Gustavo Sosa, quien está en el cargo de interino de Sunilda Gonźalez de Martínez en la fiscalía regional de Caacupé.

Cerca de la medianoche de ese mismo día, el rostro de María Concepción ya estaba en medios digitales del país, en donde aparecía culpable de haber arrojado “ácido” a su marido, por lo que estaba presa. Todo en un día, y casi sin derecho a defenderse.

Además de estar encerrada casi sin pruebas en su contra, María Concepción debió soportar el escarnio público (Captura de imagen)

Lo que dice María y las nulas evidencias

Lo que dice María que es que efectivamente, ella venía reclamando a Ángel el costo de manutención de los hijos. “Cómo él ni siquiera va a llamarle a sus hijos por los reyes, yo tuve que empeñar mi garrafa para poder comer esos días y él no aparecía” dice la mujer en una carta escrita a puño desde su encierro en el Buen Pastor.

La fiscalía, que actuó con una rapidez pocas veces vista, ordenó hacer allanamientos al día siguiente de la denuncia para buscar evidencias sobre el “ácido” derramado a Ángel López. No encontraron nada, salvo un polvo que estaba en el fondo de la casa, debajo de una pileta, y que se usa para eliminar las pulgas de las mascotas.

Tampoco los informes médicos de los centros hospitalarios en donde fue atendido Ángel López muestran rastros de que haya sido afectado por “ácido”, como mencionó en su denuncia. María Concepción sin embargo reconoce que, el día de la discusión, ella le derramó agua con lavandina que tenía en un balde, porque justo en ese momento estaba lavando el baño. La mujer añade que tuvo que encerrarse en el sanitario para que Ángel no la pueda golpear.

De hecho, no era la primera discusión violenta que tenían como pareja. Ya cuando vivían en Encarnación, ella le había denunciado por violencia familiar, años atrás. Pero los casos se venían sucediendo desde el primer año que vivieron juntos, en el 2005. “Él me echó de su casa cuando yo estaba con mi primer embarazo de cinco meses” recuerda María Concepción.

Prisión domiciliaria, al menos

El abogado defensor y los amigos de María lo que esperan es que se le pueda otorgar la prisión domiciliaria lo antes posible, teniendo en cuenta que las acusaciones en su contra no tienen sustento médico. Les llama la atención cómo en contra de esta mujer actuaron con tanta rapidez para derivarla directamente al Buen Pastor, si ni siquiera tenía antecedentes. No existe hasta ahora un informe que demuestre que a Ángel López se le haya derramado “ácido”, sin embargo, existen testimonios que coinciden en la actitud violenta de López durante años contra María, que además, era generalmente la única que mantenía la economía de la casa.

María Concepción sabe que en su casa seguirá prisionera, pero al menos podrá estar con sus hijos.

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