Infinidad de títulos, muchos récords, pero también un importante número de polémicas: la sombra de “Míster Djoker”, expulsado de Australia ayer domingo, ha oscurecido a menudo al brillante “Doctor Djoko”, dificultando a Novak Djokovic ser considerado el más grande de todos los tiempos.
Estadísticamente aún puede llegar a serlo, para lo que necesita romper el empate en títulos de Grand Slam (20) que comparte por el momento con sus grandes rivales Rafael Nadal y Roger Federer.
Pero a su rocambolesco viaje a Australia, donde esperaba conquistar su 21º Grande el 30 de enero, se añade una larga lista de polémicas y de pasos en falso que le hacen ir por detrás en popularidad del español y del suizo.
Y en Melbourne, donde reina con su récord de nueve títulos, ha caído de su pedestal.
Convertido en un “riesgo sanitario”, ha sido expulsado luego de haber pasado varios días de su estancia en un centro de retención.
Djokovic en realidad lo tendría todo para ser un ídolo internacional: afable, gracioso, patriota, culto, políglota...
Y sin embargo, ha perseguido sin éxito la popularidad fuera de Serbia y de los Balcanes, donde sí que es muy querido.
PÚBLICO EN CONTRA
“El 90% del tiempo, quizá más, juego contra mi adversario y también contra el estadio. Estoy acostumbrado, pero soy humano, tengo sentimientos, y me enfado cuando me provocan”, decía el pasado mes de julio en Wimbledon.
En la final del siguiente Grand Slam, en US Open 2021, perdió ante el ruso Daniil Medvedev en uno de los pocos momentos en su carrera en que se vio superado por la presión. Hasta el punto de que este frío cazador rompió en lágrimas.
SERBIA SE REBELA
El gobierno serbio, las instancias deportivas y muchos habitantes del país de los Balcanes se rebelaron este domingo contra la expulsión juzgada “escandalosa” y “política” de Novak Djokovic, por parte de Australia, tras un largo culebrón respecto a la concesión del visado de la estrella del tenis, que no se ha vacunado contra el covid.
“Piensan que con estos diez días en los que recibió un tratamiento inadecuado han humillado a Djokovic”, lanzó el presidente serbio Aleksandar Vucic a la prensa local. “Se han humillado ellos mismos, Djokovic puede volver a su país con la cabeza alta y mirar a todo el mundo a los ojos”, señaló.