Pese a un menor volumen de soja enviada, aumentaron las divisas obtenidas por las exportaciones del grano, según resalta el análisis de la consultora Mentu, en base a datos del Banco Central del Paraguay (BCP). Al cierre del primer semestre del año, se exportaron 3,73 millones de toneladas de soja, cifra 5,8% menor interanualmente, lo que correspondió a US$ 1.658,5 millones, valor 34,5% mayor interanual.
No obstante, existirían despachos abiertos en el semestre para exportación de granos que no fueron embarcados aún y no están contabilizados en dicho periodo, aclararon los analistas. En cuanto a los principales destinos, estos fueron Argentina, Brasil y Rusia, de los cuales Brasil presentó una mayor demanda en relación al primer semestre del 2020; dicha diferencia fue de 78.593 toneladas más, explicándose por el atraso de la cosecha de soja en el país vecino a causa de la severa sequía.
PROBLEMA HÍDRICO
Por otra parte, la bajante de los ríos Paraná y Paraguay afectan significativamente a los envíos de granos, pues actualmente se están embarcando en promedio 450.000 toneladas mensuales, mientras que en situaciones normales se embarcan aproximadamente 700.000 toneladas al mes, dicho hecho, se traduce en un sobrecosto de fletes. Los trabajos de dragado de los ríos serán claves para dinamizar los envíos durante los próximos meses, señala la consultora local.
CAPECO
Por otro lado, la difícil situación para la navegabilidad en los ríos, debido a la bajante, generó una reducción de 10,3% en las exportaciones de soja en el primer semestre de este año en comparación al mismo periodo del 2020. De acuerdo con el reporte de comercio exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), hasta junio Paraguay envió al exterior 4.073.241 toneladas de soja, mientras que en el mismo periodo del año pasado se exportaron 4.541.895, cifra que representa una merma de 468.654 toneladas.
Al respecto, la asesora de comercio exterior de la Capeco, Sonia Tomassone, explicó que la reducción en la salida de la oleaginosa se debió a las condiciones fluviales adversas que demoraron las exportaciones así como también las importaciones. “El río Paraná se encuentra innavegable, lo que forzó a enviar cargas a los puertos del río Paraguay, generando una importante congestión”, manifestó.