El menor dinamismo económico y las potenciales medidas de gastos en el marco del covid-19 podrían poner en riesgo nuevamente las cuentas fiscales este año. Esto acarrearía una mayor presión para un déficit fiscal elevado, que oscilaría en el 4%. Es lo estimado en principio para este año. Así lo afirma el banco Itaú en su informe “Escenario macro Paraguay” correspondiente al mes de abril.
En el 2020 se cerró el ejercicio con un desequilibrio fiscal equivalente a 6,2% del producto interno bruto (PIB). Esto debido al fuerte gasto realizado por el Gobierno para dar respuesta sanitaria y auxiliar a los trabajadores formales e informales afectados por la pandemia de covid-19. Además, se suma la caída de la actividad económica que ocasionó un menor ingreso tributario.
Para este año, el Ministerio de Hacienda se pone como meta culminar con un déficit fiscal en torno al 4% del PIB e ir disminuyendo gradualmente año tras año hasta volver al 1,5%, tal como lo establece la Ley de Responsabilidad Fiscal. El déficit fiscal se da cuando los gastos totales (incluyendo el monto destinado a inversión) superan a los ingresos globales.
El principal causante del déficit fiscal en el país es la inversión física, especialmente en obras públicas, que son financiadas casi en un 100% con deuda pública, debido al poco margen existente entre los gastos e ingresos propios del Estado. El 1er. trimestre del 2021 fue culminado con un desequilibrio de G. 848.700 millones (US$ 129,7 millones en el cambio actual de G. 6.420) entre los gastos e ingresos de la administración central.