El economista y exmi­nistro de Hacienda Manuel Ferreira evaluó el avance, ejecución y composición del plan de reac­tivación económica lanzado por el Gobierno para afron­tar los efectos de la pande­mia y puso en contexto la problemática de la pobla­ción mayoritaria: la micro­economía, de la que no se tiene estadística precisa, por lo que no se puede contar el problema real de fondo que trajo consigo la crisis. Cree que no hay una conciencia real de los problemas de la economía y de todo lo que está sucediendo, porque la estadística del país es bas­tante limitada a lo macro y no se centra en lo micro.

“No se están viendo situaciones más globales que son las que impactan. Hay regularida­des, complicadas de obser­var, pero no significa que no existan. Es la situación com­pleja a nivel de deuda, en cier­tas empresas porque sabe­mos que la mayor parte de los empleados pertenece a las mipymes, sobre todo las micro, y gran parte de ellas también son empresas fami­liares, por lo que la situación se vuelve más compleja”, dijo en contacto con Universo 970 AM.

Esto debido a que el país presenta una caída de la demanda porque se sale menos, se compra menos, lo cual hace que las empre­sas tengan que ajustarse y la gran pregunta es cómo hacerlo al vender menos para una mipymes que para una empresa más grande, ya que en general lo que se hace es ajustarse con los empleados, despidiendo gente para tratar de reducir su costo.

Pero qué pasa cuando se trata de una empresa familiar, donde los hijos y parientes son los cola­boradores, no se puede ajus­tar por ese lado, no se puede despedir, entonces lo que esta firma puede hacer es dejar de pagar deudas, con lo que se va ajustar por el lado financiero, según Ferreira. Explicó que gran parte de este impacto se va a notar o repercutir en el financiamiento, en la moro­sidad, en los defaults que puedan existir, que luego se va a notar en los indicado­res del Banco Central. Pero hay que tener en cuenta que gran parte de estas empre­sas pequeñas o familiares no están formalizadas o en el sis­tema bancario.

De la población económica­mente activa de Paraguay, unos 3,6 millones, se estimó que solo 700 mil personas están en el sistema bancario, y no es un buen indicador, a lo que se sumó que muchísima gente estará ingresando a Informconf, pero estos datos son privados, por lo tanto pre­cisó que no se están viendo los eventos micro que son los que están impactando. Señaló otra situación en la que muchas de las personas que son informales o que perdieron su empleo es pro­bable que hayan regresado al interior, porque ahí pue­den encontrar aún alimento y vivienda, pues muchos de los paraguayos tienen víncu­los con el campo y con fami­liares. Esto se convierte en una estrategia de defensa, pero no hay un indicador que devele cuánta gente vol­vió o se quedó, por lo que no se tiene una percepción clara de lo que realmente se está viviendo a nivel económico.

“Sabemos que hay un problema, pero como una ebullición que no se nota, y posiblemente no se note hasta que explote, tal como ocurrió en la frontera, que nadie se dio cuenta hasta que se dieron las protestas, y son solo algunos ejemplos de los problemas que estoy viendo y no se toman realmente medidas acertadas para el efecto”, puntualizó.

Sobre el avance del plan de reactivación económica, que una parte necesita aprobación del Parlamento y otra parte del plan que no necesita aprobación como lo es el programa Pytyvõ 2.0, que ya está encaminado y en ejecución, por lo que la situación es un poco mixta por llamarla de alguna manera, indicó. Consideró que si bien para el caso de Pytyvõ, si los fondos llegasen a ser insuficientes, desde Hacienda ya advirtieron que no se sabe si alcanzará para todos los pagos, con lo que se evidencia que el plan de reactivación tiene solo cierto nivel de cobertura; es decir, va a alcanzar a algunas aristas, pero no para todos, y ahí es cuando va a ser impor­tante la decisión que tome el Parlamento.