• POR JORGE TORRES
  • Periodista

En la acusación formu­lada por el Ministerio Público brasileño ante la jueza federal Gabriela Hardt, quien quedó a cargo de la causa Lava Jato en sustitución del juez Sergio Moro, no aparece ni se menciona ninguna vin­culación de los procesados con alguna entidad bancaria del Paraguay ni mucho menos que se haya abierto alguna investi­gación al respecto.

Las facturas ficticias que men­ciona la acusación son las uti­lizadas por consultoras brasi­leñas (empresas de maletín), vinculadas a Odebrecht y que operaban con el Banco Pau­lista SA y que supuestamente asesoraban a la entidad banca­ria en la importación de divi­sas. La transferencia de dinero entre el Banco Paulista y estas consultoras ronda los US$ 15 millones.

El documento arrimado al Juzgado Federal de Curi­tiba por la fiscalía del vecino país cuenta con 60 fojas y en la misma aparecen acusados, con pedido de prisión preven­tiva, los ejecutivos Paulo Cesar Haenel Pereira Barreto, Tar­císio Rodrigues Joaquim y Gerson Luiz Mendes de Brito, todos ellos vinculados al Banco Paulista SA e investigados en el ámbito de la denominada Ope­ración Lava Jato.

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En el expediente figura ade­más un listado de empresas fantasmas que fueron creadas por los acusados para realizar las transferencias y pagos ile­gales en diferentes conceptos, desde paraísos fiscales.

Según el escrito, grandes empresas contratistas del Brasil, entre ellas OAS, UTC, Camargo Correa, Odebrecht, Andrade Gutierrez, Mendes Júnior, Queiroz Galvão, Enge­vix, SETAL, Galvão Engenha­ria, Techint, Promon, MPE, Skanska, IESA e GDK habrían formado un cartel a través del cual se distribuían las licita­ciones de la empresa estatal Petrobras para la contrata­ción de grandes obras públicas.

CÓMO OPERABA EL ESQUEMA

En la evolución de las investi­gaciones relacionadas al Grupo Odebrecht, en el ámbito de la Operación Lava Jato, fue reve­lada la existencia de un sector específico destinado a la reali­zación de pagos encubiertos y que fue denominado Sector de Operaciones Estructuradas. A través de dicha oficina, los eje­cutivos del Grupo Odebrecht, inclusive su presidente, efec­tuaban los pagos a los altos fun­cionarios y políticos involucra­dos en el esquema criminal.

Dicho sector de la empresa era dirigido por los ejecutivos Hil­berto Mascarenhas Alves da Silva Filho, Fernando Migliac­cio da Silva y Luiz Eduardo da Rocha Soares, que contaban con el apoyo de terceros para la apertura y el movimiento de cuentas offshore en el exterior y para la realización de los pagos encubiertos a través de ellos.

En ninguna de estas operacio­nes efectuadas a través de ter­ceros aparece alguna vincula­ción, ya sea con el Banco Basa o cualquier otra entidad ban­caria de nuestro país.

Según los elementos de prueba reunidos, los recursos finan­cieros utilizados para estas operaciones eran recogidos primordialmente del mercado negro de cambios, por medio del cual se accedían a dólares que posteriormente ponían a disposición del Banco Pau­lista para que esta institución efectuase los pagos a los bene­ficiarios finales por medio de transferencias electrónicas en favor de empresas de fachada montadas por las personas que recibían el dinero de las coimas. Algunas de estas empresas fantasma se deno­minaban: BBF, JR GRACO, VVB, Lafrano, MIG, Crystal y Bilinski.

En síntesis, conforme se cons­tató en la investigación del Ministerio Público brasileño, el Banco Paulista habría sido utilizado por ejecutivos vincu­lados al Sector de Operaciones Estructuradas de la Odebre­cht y también por representan­tes de Meinl Bank en Antigua, para el lavado de activos de ori­gen ilícito.

JUSTIFICABAN PAGOS CON FACTURAS FRAUDULENTAS

A partir de las noticias divulga­das en los medios de prensa –refiere el escrito de los fiscales– se obtuvo la declaración de los ejecutivos del Grupo Odebre­cht, bajo la figura de la delación premiada, específicamente la de Fernando Migliaccio da Silva, quien declaró que se uti­lizaban contratos ficticios for­malizados entre su empresa, MIG Consultoría Económica, con el Banco Paulista, para dar sustento a las remesas realiza­das en contraprestación por la entrega de dinero.

Con esta evidencia, el Banco Central del Brasil procedió a la fiscalización de la actuación del Banco Paulista en el esquema, que luego de ser notificado pro­veyó las documentaciones en las que consta que MIG Con­sultoría Económica recibió pagos referidos a supuestas prestaciones de servicios por un monto de 7.998.045 reales y que igualmente otras seis empresas vinculadas a cola­boradores del Grupo Ode­brecht recibieron pagos en el mismo concepto por un total de 48.439.315,11 reales.

Agrega el escrito que el Banco Paulista justificó los pagos alegando que se trataban de remuneraciones por “importa­ción de moneda nacional”, que figuraban como una comisión sobre los valores importados.

Sin embargo, al ser requerido por las documentaciones que avalaban dichas operaciones, el Banco Paulista presentó notas fiscales electrónicas emitidas por las empresas de los colaboradores que fueron emitidas en forma consecu­tiva, lo que hace sospechar que eran de origen fraudulento.

A raíz de ello están procesa­dos los funcionarios del banco Paulo Cesar Haenel Pereira Barreto, Vinicius Veiga Borin y Fernando Migliaccio da Silva, quienes tenían a su cargo las operaciones cambiarias del Banco Paulista.

Concluye el escrito de acu­sación que existen suficien­tes indicios de que el mismo esquema de celebración de contratos ficticios con empre­sas de fachada era utilizado para obtener dinero en efec­tivo que era utilizado entre el Banco Paulista y las siguientes empresas:

a) Poletti Joias Turismo e Transportadora Ltda

b) Qmk Marketing e Qualidade s/c ltda

c) Fer & Ros Consultoria fin. e apoio adm. ltda.

d) Dial Assessoria e Consulto­ria Empresarial ltda

e) Zera Promotora de Negó­cios ltda

f) S.G. Consultoria financeira ltda

g) Jehkf Consultoria e Parti­cipações Ltda

h) Sercor Consultoria Adm. e FinanceiraLtda

i) Coficam Assessoria de Comercio Exterior ltda

j) Cimo Consultoria e Asses­soria fin. e com. Exterior Ltda

El resumen de las operaciones entre el Banco Paulista y estas empresas de fachada, solo en el ejercicio 2017, arrojó una suma total de 286 millones de reales, según el requerimiento fiscal.

LA ESPECULACIÓN DE O GLOBO

El periodista Thiago Herdy, del periódico O Globo, accedió al documento del Ministerio Público del Brasil y al obser­var que los representantes del Banco Paulista, en su decla­ración, alegan que la transfe­rencia de US$ 15 millones a las empresas consultoras de male­tín, vinculadas a Odebrecht, fueron por asesorías para la “importación de divisas”, recu­rre al Banco Central de Bra­sil para obtener todo lo que el banco mencionado hizo en concepto de “importación de divisas”. Es aquí donde aparece que el Banco Paulista remesó entre el 2017 y el 2018, solo de Paraguay, unos US$ 1.700 millones y figura que el banco que más reales reexportó fue el Banco Basa, pero obvió mencionar a los otros bancos para­guayos que también operan en este rubro de manera legal con las autorizaciones correspon­dientes.

Los tres bancos paraguayos habilitados y controlados por el BCP y el Banco Central del Brasil reexportaron reales al Brasil entre el 2017 y el 2018 cerca de US$ 3 mil millones, cifra que llamó la atención del periodista de O Globo. Esta cantidad de dinero es lo que dejaron cerca de 16 millones de brasileños, que pasaron por las ciudades fronterizas a rea­lizar sus compras.

Los brasileños compran en reales y los comercios para­guayos deben pagar a sus pro­veedores en dólares. Por eso trabajan con bancos paragua­yos para realizar la operación cambiaria y pagar a sus pro­veedores. Estas operaciones, es decir, los depósitos de los comercios paraguayos, tienen una trazabilidad, y están ava­ladas por facturas de compra y venta que permanentemente son controladas por siete orga­nismos para la reexportación de reales.

EL PAULISTA TAMBIÉN OPERA CON BANCO ATLAS

El superintendente de bancos, Hernán Colmán, aseguró que el Banco Paulista (entidad que está siendo investigada por el caso Lava Jato) aparte de ope­rar con el Banco Basa, tam­bién realiza transacciones con otras entidades paraguayas como el Banco Atlas.

“Tenemos al Banco Basa, Atlas; en algún momento también el Banco Continen­tal operó con ellos; y también hay otros bancos como Ren­dimiento, Banco Do Suceso, Banco Continental de Bra­sil que decidieron, en algún momento, satisfacer esa nece­sidad de remesar reales al Brasil, como también lo hacen en euros hacia Europa o en dólares hacia Estados Unidos”, manifestó el titular del orga­nismo dependiente del Banco Central del Paraguay (BCP).

Remarcó que las estadísticas económicas demuestran que el régimen de turismo mueve entre los US$ 3.000 a 3.500 millones por año. “En remesas físicas de reales hay como el equivalente a 2.500 a 3.000 millones de dólares en algu­nos años.

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