Los proyectos de ley, con los cuales se pretende aumentar las tasas impositivas a la exportación de granos (soja, maíz y trigo), a las bebidas alcohólicas y azucaradas y al tabaco, volvieron a ser instalados como tema de conversación en las últimas dos semanas. Esto, luego de que los senadores plantearan el tratamiento de los proyectos. Sin embargo, finalmente la Cámara Alta decidió el jueves obviar el estudio y posponerlo para luego del receso parlamentario; es decir, para marzo del 2019.

La fuerza que tomó en las últimas semanas el estudio de estos proyectos forzó a los diferentes sectores afectados, tanto privados como públicos, a crear una mesa de trabajo a fin de elaborar un proyecto paralelo en el que se plantee una reforma tributaria más generalizada y no tocar solo algunos productos.

En ese contexto, el diario La Nación invitó a representantes de sectores afectados por los proyectos a compartir una mesa de diálogo al respecto y obtener la postura de cada uno de ellos. Participaron el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo (HC), y el titular de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), Fabián Domínguez (FD).

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¿Cuáles son sus posturas ante estas iniciativas?

FD: Estamos seguros que no podemos continuar como estamos ahora, algo tenemos que cambiar si hablamos del sistema tributario, pero no parcialmente, parchar o remendar. Lo que nosotros entendemos como prudente, coherente, conveniente y necesario es, ya que vamos a cambiar, es decir tocar la maquinaria, por qué no lo hacemos de manera general.

HC: Coincidimos en el sentido en que es importante el análisis racional y serio del sistema impositivo. En esto no se puede improvisar, vemos que los impuestos “parches” descolgados de una discusión no seria, hechos a los apurones y sacados tipo de la galera nomás, pueden causar un gran daño a la economía.

¿No se hicieron de la manera adecuada estos proyectos?

FD: Llevar adelante un proyecto de ley significa contar con una cámara revisora, audiencias públicas, un desgaste muy importante de tiempo, esfuerzos y recursos. Entonces, ¿por qué no hacer bien el trabajo? El sistema tributario es un todo armónico, no es que un impuesto funciona de manera individual de otro impuesto. Es un todo armónico en donde interactúan: el consumo, la renta, el patrimonio, que son indicadores de capacidad contributiva que tienen interconexiones.

HC: Tenemos que armonizar un proceso de desarrollo sostenible en el Paraguay, un crecimiento sostenido en el tiempo como se viene haciendo a través de la recaudación, desde la última reforma realizada en el 2004. Tenemos que equilibrar el ingreso para el fisco y que no sea una “piedra en el zapato” para poder avanzar en el proceso.

¿Cuáles son las recomendaciones al planteamiento legislativo?

HC: Creemos que debemos aplicar una metodología ya utilizada en ocasiones anteriores; sentarnos a hablar con los actores económicos, el Ministerio de Hacienda y trabajar en una reformulación. Después de 14 años, una revisión del sistema, pero del sistema, no como impuesto aislado por actividad. A eso (revisión del sistema) tenemos que agregarle el equilibrio entre los ingresos y los egresos.

FD: La recomendación técnica del Ministerio de Hacienda en esta intención es que el fisco lidere este tipo de situaciones, pero con la colaboración del resto de la fuerza viva de la sociedad, donde se incluye a representantes de los gremios, especialistas, formadores de opinión. Es decir, todo aquello que tiene interacción con el sistema tributario.

¿Hay intención de aumentar las tasas de parte de sus sectores?

FD: La intención específica es modernizar el sistema tributario, hoy es muy prematuro hablar de elevar o reducir la tasa; por eso creamos una mesa técnica con números, hacer un trabajo responsable. Lo que está claro y es intención concreta y firme es hacer que el sistema tributario acompañe los avances de la economía y el modo de vivir de la población, y de la manera de hacer negocios. El sistema tributario actual fue concebido para los años 90, la ley 125 es la espina dorsal del sistema tributario. Lo que se pretende es actualizar al siglo XXI, como corresponde.

HC: Hay que romper el paradigma que aumento de tasa es automáticamente aumento de recaudación, eso se demostró en la reforma realizada en el 2004, cuando la tasa estaba al 30% y se bajó al 10%, y eso hizo que aumente siete veces la recaudación. Entonces, a veces, hay que ser más creativos, conocer la línea de base en donde estamos parados y ver qué medidas van a permitir incrementar la recaudación. A veces no es necesario incrementar la tasa.

¿Qué tendrán en cuenta para la actualización del sistema?

FD: Esto no es solo la realidad de la economía pública o la necesidad de aumentar la recaudación, es también la realidad de la economía privada, de la necesidad de seguir incrementando la renta, el consumo y el empleo pleno de la población. Esa es la visión que tenemos a futuro.

HC: Insisto, lo que se debe hacer es no partir con el perjuicio de que con subir la tasa, subiremos la recaudación. Puede ser que se dé ese escenario también, pero veamos de qué escenario estamos partiendo. Debemos buscar el equilibrio, la racionalidad y ver qué está funcionando o funcionó bien, y qué perforaciones son las que están fallando para corregir eso. También buscar herramientas más modernas para volver más eficiente el sistema.

El sector de bebidas alcohólicas es uno de los que se verán afectados por el proyecto.


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