Como parte de la Expedición Safra 2017-2018, desde Loma Plata (Chaco), el periodista Gabriel Azevedo, de la Gazeta do Povo, publicó un informe donde subraya que descendientes de colonos alemanes, ucranianos y rusos podrían triplicar la producción de granos en el Chaco.

"El Paraguay quiere más. Desde el 2010, el país experimenta un crecimiento promedio de 5,8%. El mayor de América del Sur. En el 2018 no será diferente: el "primo rico" del Mercosur esperar crecer 3,4%, por encima del 2% esperado para el Brasil", consigna inicialmente Azevedo.

Añade – reseñando a sus lectores – que la producción agropecuaria nacional tiene un papel fundamental en este escenario y la misma genera el 30% de la riqueza producida en nuestro país. Y en la agenda de expandir esa producción, apunta a que al Chaco le espera un rol de protagonista.

"La región tiene 22 millones de hectáreas, aunque algunas son tan áridas que la sal 'brota' del suelo, alimentando inclusive industrias, has 8 millones de hectáreas con potencial para la agricultura", precisa.

Sin embargo, admite que la actividad en esa dirección todavía no es masiva, no duda en proponer que aumentará con el correr de los años.

"En todo el Paraguay, la estimativa de Expedição Safra es de que 4,6 millones de hectáreas sean cultivadas con soja, maíz y trigo", refiere.

Como se trata de una historia para lectores que casi seguramente desconocen la productividad de las colonias establecidas en el Chaco, Azevedo subraya que, actualmente, "casi toda la carne y los lácteos consumidos en el país salen de Loma Plata y Filadelfia por la Ruta 9."

Claro que, tal actividad, es reciente. Y eso lo refrenda Wilbert Harder, de la Cooperativa Chortitzer. "Hace diez años, no había cultura de cultivos de soja y maíz en la región. Pero, hoy, es una alternativa rentable y probablemente será la actividad que más va a crecer aquí", explicó el colono a Azevedo.

Se mencionó asimismo que los costos de producción de esos granos en la región se reducen hasta en un 40%, por la alta concentración de fósforo, silicio y materia orgánica en el suelo, lo que permite el sembradió sin la utilización de fertilizantes.

Al respecto, Maik Esau, de la Cooperativa Fernheim, de Filadelfia, comenta que el "costo de la producción es de 1,2 mil kilos (de productividad por hectárea). En el resto del país de 1,8 mil kilos."

"Las lluvias ayudaron. En los últimos dos años, el índice pluviométrico pasó los 1.200 mm, cuando la media era de 800 mm", añadió Lenard Dyck, también de Fernheim.

Azevedo no es ajeno que la agricultura no es aún tan expresiva en el Chaco. Y aporta cifras: 50 mil hectáreas de granos contra 1,5 millones para la actividad pecuaria.

"El promedio de productividad quedó en 2.300 kilos por hectárea. Aunque hubo productores que lograron cosechar de 3 mil a 3,5 mil kilos, muy por encima del promedio nacional", resaltó Dyck.

"Los productores de granos en el Chaco tienen un perfil más joven. La transformación es lenta por una cuestión cultural. Los menonitas enfrentan bien los cambios radicales. Sin embargo, de a poco, el grano va a ganar espacio", sostiene Dyck.

Además de la soja y del maíz, Loma Plata y Filadelfia son grandes productoras de sorgo (maíz de Guinea), sésamo y maní, grano este que, inclusive, es exportado a diferentes países, principalmente en Europa", finaliza el reporte de Azevedo.

El medio se define en su sitio web como el quinto mayor diario del Brasil, con alcance nacional en su país y fuerte cobertura en el Estado de Paraná.