La Habana, Cuba. AFP.
Los reyes Felipe VI y Letizia de España inician una visita sin precedentes a La Habana con motivo de los 500 años de la capital cubana, un fuerte gesto político hacia la isla socialista, que está bajo presión diplomática de EEUU.
Tras arribar el lunes a La Habana, la pareja real realizará actividades en la capital e irá a Santiago el jueves, en la última etapa de su viaje a Cuba.
Esta es la primera visita de Estado de un monarca español a la isla, una de las últimas colonias latinoamericanas en separarse de Madrid, en 1898.
Llega en un momento de festividades para La Habana, que anualmente atrae a millones de turistas seducidos por sus calles detenidas en el tiempo y cuando se apresta a celebrar el aniversario de su fundación, el 16 de noviembre de 1519.
Pero el contexto político no es para celebrar: la llegada a principios de 2017 de Donald Trump a la Casa Blanca ha significado el final del acercamiento histórico entre Cuba y EEUU generado bajo la presidencia del demócrata Barack Obama.
Acusado de oprimir a su pueblo y de apoyar militarmente a la Venezuela en crisis, presidida por el socialista Nicolás Maduro, el gobierno cubano ha sufrido una lluvia de sanciones que ha afectado principalmente a su población, víctima de la escasez de gasolina o con mayores dificultades para obtener una visa estadounidense.
En este clima tormentoso, Cuba busca el apoyo de sus aliados tradicionales como Rusia y Venezuela, pero también de la Unión Europea.
“Ante el asedio de la administración Trump contra Cuba, el viaje de los reyes a la isla puede interpretarse como un respaldo a las relaciones económicas, políticas, culturales y de cooperación entre la República de Cuba y el Reino de España”, consideró Raynier Pellón, experto del Centro de Investigaciones de Política Internacional en La Habana.
Este es “un mensaje claro para la Casa Blanca”, dijo el académico cubano Arturo López-Levy, de la universidad estadounidense Holy Names.