La legalización del aborto fue aprobada ayer por la Cámara de Diputados de Argentina y deberá ahora pasar a votación del Senado, una decisión que celebraron con un estallido de júbilo los movimientos que apoyan el proyecto, pero que petrificó a sus contrarios. La votación fue de 129 diputados a favor, 125 en contra y una abstención, según el recuento del presidente de la Cámara, Emilio Monzó, al cabo de una sesión que se abrió la víspera y se prolongó por casi 24 horas, informó la agencia AFP.
El presidente Mauricio Macri, quien se ha declarado “a favor de la vida”, pero impulsó la discusión en el Congreso, aseveró que los parlamentarios “han dado un debate histórico”. “Hemos podido dirimir nuestras diferencias con respeto, con tolerancia y escuchando al otro, entendiendo que el diálogo es el camino que va a fortalecer nuestro futuro”, dijo el mandatario de centro-derecha. Este es el primer debate parlamentario sobre la despenalización del aborto en la historia de Argentina, país del papa Francisco, donde la Iglesia tiene mucha influencia. Siete intentos anteriores habían fracasado.
Hasta ahora, la discusión en el Senado se anticipaba complicada y deslindada de las afiliaciones políticas de los parlamentarios, como ocurrió en la Cámara de Diputados. Pero unas horas después de la votación, los presidentes de los bloques mayoritarios en el Senado auguraron una pronta aprobación de la ley. “Habrá un efecto imparable. Tengo confianza en que la ley va a salir”, declaró Miguel Ángel Pichetto, jefe de la bancada justicialista (oposición peronista) en el Senado. Luis Naidenoff, jefe del bloque oficialista de Cambiemos, sostuvo de su parte que “el Senado tiene que hacerse cargo de la demanda ciudadana y legislar realidades. El aborto no es una cuestión de fe sino de salud pública”.
UN REVÉS: EL DOLOR DE LA IGLESIA
La Conferencia Episcopal lamentó el resultado en un comunicado: “Nos duele como argentinos esta decisión”. “Tenemos la oportunidad de buscar soluciones nuevas y creativas para que ninguna mujer tenga que acudir a un aborto. La Cámara de Senadores puede ser el lugar donde se elaboren proyectos alternativos que puedan responder a las situaciones conflictivas, reconociendo el valor de toda vida y el valor de la conciencia”, añadió.
Para la socióloga Sol Prieto, la aprobación de los diputados “es un revés para la Iglesia”.El proyecto de ley permite el aborto libre y gratuito hasta la semana 14 de gestación. Luego de ese lapso, solo podrá practicarse en casos de violación, cuando esté en riesgo la salud de la mujer o por inviabilidad de vida extrauterina.