La Iglesia Católica de Venezuela urgió ayer aplazar las elecciones presidenciales del 20 de mayo, advirtiendo que, tal como están concebidas, pueden desatar una "catástrofe humanitaria". "Es urgente su postergación para el último trimestre del año", señalaron los obispos del país en un comunicado que denuncia el agravamiento de la crisis política y socioeconómica. El presidente Nicolás Maduro, quien busca la reelección, ha dicho que "llueva, truene o relampaguee", los comicios se celebrarán el 20 de mayo.
Los prelados se hicieron eco de los argumentos de la oposición de que esas elecciones –cuya campaña arrancó el domingo– no ofrece "suficientes garantías" para ser confiables debido a "innumerables inhabilitaciones de posibles candidatos". "Lejos de aportar una solución a la crisis que vive el país, (esas votaciones) pueden agravarla y conducir a una catástrofe humanitaria sin precedentes", añadió la declaración.
Las presidenciales –que tradicionalmente se realizan en diciembre– fueron convocadas por la Asamblea Constituyente oficialista que rige con poderes absolutos, en tanto la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) decidió boicotear los comicios.
La Iglesia llamó a enfrentar "sin más dilación" la escasez de alimentos y medicinas y la hiperinflación –que según el FMI superará este año 13.800%– "antes de que alcancen proporciones incontrolables y cotas dolorosas de destrucción y muerte".