Brasilia, Brasil | AFP

por Yanina OLIVERA

El Mercosur, que realiza el lunes en Asunción su reunión semestral con un enfoque comercial e integrador, avanza en negociaciones con la Unión Europea (UE) y la Alianza del Pacífico, con la que sostendrá en julio una cumbre en México.

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Se busca “retomar la prioridad de liberación comercial y de consolidación del Mercosur”, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, dijo el jueves el subsecretario de la cancillería brasileña para América Latina y el Caribe, Paulo Estivallet de Mesquita, en rueda de prensa.

Con la Alianza Pacífico -integrada por Chile, Colombia, Perú y México- se acordó una reunión cumbre “el mes que viene en México, el 24 de julio”, dijo el diplomático.

Esa cumbre “sería una señal política importante de consolidación de los acuerdos” entre ambos mecanismos, que han avanzado en temas arancelarios y se fijaron una “hoja de ruta” de integración.

El Mercosur ya tiene acuerdos de libre comercio con Chile y Colombia y concluirá en 2019 con Perú el último cronograma de liberación comercial.

“Tenemos una virtual área de libre comercio con toda la región”, con la ”única laguna de México”, país con el que el Mercosur tiene un Acuerdo de Complementación Económica (AEC 54) “que estamos en proceso de expandir”, dijo una fuente de Itamaraty.

Unión Europea

Mesquita dijo que existe “tuna perspectiva real para concluir un acuerdo” de libre comercio con la Unión Europea.

El canciller brasileño Aloysio Nunes “intercambió ideas” este jueves por teléfono con la Comisaria europea de Comercio, Cecilia Malstrom, en el marco de un “diálogo regular” entre las partes, en pleno proceso de “acercamiento”, dijo a la AFP el director de prensa de Itamaraty, Tarcisio Costa, sin proporcionar más detalles.

Nunes había dicho el miércoles que las negociaciones con la UE podrían concluir antes de las elecciones generales de Brasil, el próximo octubre.

El Mercosur y la UE iniciaron las negociaciones en 1999 y tras un prolongado estancamiento retomaron impulso en 2016. Pese a que aún hay diferencias, en particular en el sector automotor, ambas partes han destacado importantes avances.

Mesquita dijo que Mercosur tuvo un semestre activo, con el lanzamiento de negociaciones con Canadá, Corea del Sur, la EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio que reúne a Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) y Singapur.

Pragmatismo y convergencia

En el plano interno, se está trabajando “en la modernización del reglamento” del bloque, con el fin de “cambiar el enfoque a algo más pragmático y con una mayor convergencia” entre sus socios, agregó.

La cumbre de asunción, en la que Paraguay pasará la presidencia rotativa a Uruguay, abordará un plan de trabajo en materia de comercio electrónico para adaptar “el sistema legal del bloque a la economía digital”, dijo Mesquita.

También impulsará el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM, que financia proyectos) y avanzará en el “Estatuto de Ciudadanía”, con el que definirán los derechos de los ciudadanos de los países miembros.

Venezuela, suspendida desde 2016 en aplicación de la “cláusula democrática” por su crisis institucional, “es objeto de conversación constante” entre los socios, pero “no consta que en esta reunión sea un tema particular”, dijo Mesquita.

Creado en 1991, el Mercosur avanzó muy lento y durante los gobiernos de izquierda que dominaron la región tuvo una impronta más política. Pero con el giro a la derecha de los últimos dos años, adoptó una postura más comercial.

Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de diciembre de 2017, las exportaciones del Mercosur crecieron 13,8% tras caer 2% en 2016, en tanto el comercio intrazona aumentó 16,4% en el primer semestre del año pasado.

“En un contexto de incertidumbre global, el Mercosur se ve revalorizado como proyecto regional”, pese a que los vientos son poco favorables, destaca el informe.

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