Hay una enorme variedad de plantas trepadoras y enredaderas que convierten hasta al más triste espacio en una fuente de alegría y color. Las variedades son casi infinitas, pero entre las opciones que más crecen sin demasiados cuidados y regalan belleza podemos centrarnos esta vez en las que florecen y presentan a veces deliciosos perfumes que se destacan en nuestro clima. Entre ellos, se destacan los jazmines, tanto los más rústicos como los delicados. Ideal para colocar en columnas para que trepe por ellas en primavera y verano, el jazmín chino o “falso jazmín” crece con fuerza en el calor. Hay que regarlo cada dos días, pero en invierno una vez por semana. Es muy atractivo.
La otra opción es la gran variedad de santa rita o buganvillas. Los colores son infinitos. Las más clásicas son fucsias y rosas, además de otras que son blancas o en tonos naranjas. Son rústicas, solo hay que ofrecerles soporte donde crecer y nos alegrarán la vida con sus colores y presencia escultural. No necesitan casi riego, solo una poda anual para ayudarla a tener buena forma; son muy resistentes.
Nada como el color de las flores, el perfume y el verde para convertir el jardín en un verdadero paraíso cuando se trata de trepadoras o enredaderas.