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El viceministro de Tecnologías de la Información y Comunicación del Mitic, Miguel Martin, optó por realizar el descargo correspondiente con relación a las publicaciones de La Nación sobre el contrato directo y sin licitación con dos empresas de amigos suyos de la universidad de su familia.

El Mitic firmó contrato en diciembre del 2018 con las firmas Astec SRL e I+ Innovaciones por la suma total de G. 450 millones con el objetivo de realizar charlas, seminarios y capacitaciones a la ciudadanía. Estas empresas están conformadas por docentes de la Universidad Autónoma de Asunción (UAA), propiedad de la familia del viceministro Martin.

Uno de los contratos fue a precio de oro, a G. 5.000.000 la hora por seminario o charla.

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El viceministro Miguel Martin.

Durante una visita a nuestra redacción, el alto funcionario reconoció que él mismo acercó los nombres de las empresas al Mitic para que un equipo evaluador analice la propuesta concreta y proceda a su adjudicación.

Sostuvo que realizó esto porque en dicho momento existía el mecanismo legal posible y porque conoce a profundidad la habilidad, capacidad, preparación y experiencia de los profesionales de estas empresas. A su criterio, ambas firmas estaban altamente capacitadas para ofrecer los servicios que buscaban impartir desde el Mitic.

Mencionó que él proviene de la educación superior y que gran parte de su vida estudió en el exterior, en rubros como la educación y la tecnología. “Vivimos en un Paraguay donde conocés a la gente del ámbito. No puedo negar que conozco a mucha gente, pero no de un asado, sino del sector”, señaló.

En ese sentido, refirió que así como organismos internacionales le solicitan que recomiende a una persona para cierto cargo, él recomendó a estas empresas para ser beneficiarias de los contratos del viceministerio a cambio de los seminarios y capacitaciones.

“Acerqué las posibilidades que habían, pero yo no formé parte del comité de selección y el director es finalmente quien establece el contacto. No soy yo el que elige, simplemente conozco a estas personas y me va a pasar siempre. Vengo de ese rubro”, reiteró.

Además, señaló que las personas que fueron contratadas son profesionales y que al mirar sus resúmenes de vida, uno se da cuenta de que no son improvisadas. “Eran personas reconocidas públicamente por sus capacitaciones en TICs y emprendedurismo. No contraté a un herrero, sino que busqué lo que creí que era mejor”, acotó.

PUDO HABER CONSULTADO A OTRAS EMPRESAS

Martin asimiló que pudo haber sido más pluralista al momento de contratar a empresas que finalmente se alzaron con el dinero de los contribuyentes. Reconoció que para los seminarios sobre emprendedurismo, la empresa Astec SRL, del profesor Sebastián Park, fue la única consultada por el Mitic.

En cuanto a los cursos de capacitación, declaró que sí tuvieron más de una propuesta, pero que finalmente la de I+ Innovaciones era la más barata y de cuya experiencia él estaba bastante seguro.

Por otra parte, Martin confesó que nunca se le ocurrió que la contratación directa de empresas y justo de personas que están vinculadas a su universidad levantaría algún tipo de sospecha sobre la supuesta comisión de algún tipo de hecho punible.

Alegó que es joven, que está aprendiendo en la función pública y que cada día se cuida más en lo que hace o dice, a fin de no cometer errores. “Estoy con la mejor intención, vengo de un ámbito y quiero hacer lo mejor. Contraté a los mejores. (…) Y sí, quizás puede traer suspicacia, pero ilegalidad y corrupción no”, afirmó.

No fueron “charlas comunes”

El viceministro Martin aseguró que conoce cuánto puede costar un seminario como el que impartió el profesor Sebastián Park, de Astec SRL. Manifestó que el monto de G. 200 millones puede ser alto, pero dijo que las actividades contemplan muchos elementos y que no fueron “charlas comunes”.

Destacó que las 4 jornadas que realizaron en varios puntos del país fueron parte de un seminario-taller, el cual fue ejecutado por una empresa con llave en mano; es decir, con todos los insumos, elementos y recursos humanos que se necesitan.

“Hacer un taller para 100 personas en un mismo día y lugar no es fácil, y esa era la intención. La empresa debía hacer el seminario y encontrar después una propuesta hacia donde los jóvenes quieran ir”, agregó.

Aseveró que los G. 200 millones incluyeron el alquiler del local, proyector, libros y no folletos, coffee break, además de otros servicios como la publicidad previa del evento para llenar las plazas habilitadas.

Park lo acompañaba poco antes de ser contratado

Miguel Martin expresó que conoce a Sebastián Park, ya que son colegas en la universidad de su familia, pero negó que sea su amigo. Señaló que lo conoce del ámbito profesional y por su trabajo. “Es como si fuera que yo quisiera hacer una capacitación en emprendedurismo y soy profesor de la Universidad Autónoma de Asunción y le conozco a otro profesor que es un crack en eso, el tipo es un capo y vos sabes, internacionalmente reconocido, y le decís: ‘Che, Park, quiero hacer este tema, ¿te parece, verdad?, ¿querés participar?, se está hablando del tema, vamos a sacar ahora, ¿vos cómo lo ves?’, y así verdad, quizás debí consultarle a tres más PHD en emprendedurismo o a otros que no sean PHD si querían participar, pero es el docente con quien estamos a veces en sala de reuniones en la universidad con quien, como te digo, frecuento en otros ámbitos en los que podemos encontrarnos fuera de lo social”, explicó.

Por el contrario a lo expresado por Martin, el mismo Sebastián Park manifestó hace un par de años que Miguel Martin es un “gran amigo”, según posteos de sus redes sociales. De hecho, casi un mes y medio antes de la adjudicación a su empresa se lo vio a Sebastián Park en un evento oficial del Mitic en Areguá, en compañía de Martin.

Sobre el punto, el viceministro mencionó que en dicha oportunidad (octubre del 2018) le invitó personalmente a Park para tener su visión como emprendedor. “Le invité a él, así como a otra chica que estaba con el BID”, expuso.

Instó además a la prensa a comprobar el profesionalismo de Park y concluyó que la invitación no puede vincularse al posterior contrato con el cual fue beneficiado en diciembre.

No existió corrupción,alega

El viceministro Martin aseguró que el procedimiento a través del cual fueron adjudicados los contratos fue legal.

“La entonces Senatics tenía presupuestos aprobados para ejecutar ciertos rubros. Asumí en agosto del 2018 como ministro, con un presupuesto que ya estaba ahí. Eso no se puede tocar mucho, sino que vos podés elegir hacia dónde ir como gobierno, pero el presupuesto no es muy flexible”, relató.

Añadió que desde su administración buscaban tener una ejecución efectiva y que sea de impacto para ver a corto plazo lo que podían hacer.

“Tuvimos varias licitaciones, ejecutamos varias cosas. Y entre ellas, capacitaciones, que la Senatics venía haciendo hace 4 años bajo un procedimiento existente y validado por gobiernos anteriores. Utilizamos el mismo mecanismo y rubro para ejecutar las capacitaciones a la comunidad”, dijo.

Comentó que los contratos fueron adjudicados con el objeto de gasto Fuente 294, que permite las capacitaciones a la población exceptuando la Ley de Contrataciones Públicas, y las Fuentes 290 o 264, las cuales sí exigen llamar a un proceso licitatorio.

Reconoció que la licitación siempre es el mejor mecanismo para contratar servicios del sector privado, pero indicó que ejecutaron el procedimiento que existía y se venía usando.

Admitió que fue solicitado desde el Mitic hacia el Ministerio de Hacienda un dictamen si correspondía o no el pago a estas empresas. Sin embargo, este pedido no fue respondido hasta la actualidad, según señaló. Aseveró que de todas formas, el dictamen de Hacienda no es vinculante ni necesario para el procedimiento que llevaban adelante, sino más bien como un respaldo.

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