Este lunes arrancó la inmunización contra el COVID-19 a los trabajadores esenciales. Una docente expresó su esperanza e ilusión por recibir la primera dosis, ya que perdió a su padre a causa del virus. “Me siento fortalecida y con mucha esperanza ahora, para que no vuelva a suceder esta tragedia en mi familia”, declaró.
A primera hora de esta mañana la fila de vehículos en el autódromo Rubén Dumot, Capiatá, era de unas 40 cuadras aproximadamente. La esperanza de la ciudadanía se vio reflejada en la anticipación de ocupar un lugar próximo donde están ubicados los vacunadores.
Si bien cada persona tiene una historia distinta, todas están unidas con un mismo objetivo: “ponerle un fin a la pandemia a través de la vacuna para retornar de forma gradual y progresiva a la vida normal”. Una docente, que desde temprano formó la fila en el ex Aratiri, relató a radio UNO 650 AM su emoción por recibir la primera dosis de Pfizer.
“Yo particularmente estoy muy emocionada de recibir la vacuna. Le perdí a mi padre por el COVID, murió esperando la vacuna. Me siento fortalecida y con mucha esperanza ahora, para que no vuelva a suceder esta tragedia en mi familia”, expresó con la voz entrecortada.
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La educadora indicó, a su vez, que desea también retornar a las aulas, ya que personalmente extraña la alegría, la paz y la inquietud que le brindaban sus alumnos. “Somos felices con eso, queremos volver con nuestros chicos en aula para volver a compartir nuestro día a día. La vacuna es una luz de esperanza”, comentó.
Cabe mencionar que el megavacunatorio funcionará las 24 horas. Este lunes arranca la vacunación de los trabajadores esenciales (policías, militares, bomberos, periodistas, docentes, entre otras profesiones) sin tener en cuenta la terminación del número de cédula. Para mañana continúa con el grupo etario de 35 a 49 años, sin enfermedades de base, con la terminación de cédula 0 y 1.