Por Paolo Gaudiano

Actualmente, los datos son la herramienta crítica para manejar muchas funciones corporativas, incluyendo el marketing, los precios, la cadena de suministros, las operaciones y más. Este movimiento está siendo impulsado por la promesa de la inteligencia artificial y el aprendizaje de las máquinas, y por la facilidad de reunir y alojar información acerca de cada faceta de nuestras vidas cotidianas.

Sin embargo, ¿el péndulo está comenzando a virar demasiado? Como practicante y maestro de análisis predictivo, mi mayor preocupación es el fenómeno al que llamo “Datos masivos, cerebro pequeño”: Directivos que dependen excesivamente en los datos para guiar sus decisiones, abdicando de su propio conocimiento y experiencia.

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El problema es que los modelos predictivos creados por las metodologías de datos masivos no incorporan el singular conocimiento que el directivo tiene sobre el negocio. Esto es equivalente a que alguien reuniera muchos datos y luego decidiera tirar la mitad de ellos, excepto que en este caso usted está probablemente tirando la mitad más valiosa porque el directivo tiene conocimiento específico del negocio, mientras que los enfoques de la ciencia de datos son genéricos.

¿Cómo podemos combinar en forma efectiva la ciencia de datos y la pericia empresarial? En un artículo del 2002 para Harvard Business Review, titulado “Prediciendo lo Impredecible” mi socio empresarial Eric Bonabeau introdujo el concepto de simulación basada en agentes, o ABS, que en aquel momento era un enfoque relativamente novedoso para resolver complejos problemas empresariales a través de simulaciones computarizadas. Quince años más tarde, Icosystem (la empresa de Bonabeau, de la que sigo siendo un integrante central) y muchas otras han demostrado el poder de la ABS como herramienta de dirección empresarial.

ABS apenas está comenzando a ganar una adopción generalizada, gracias al dramático incremento en el poder de cómputo disponible. Por ejemplo, Icosystem desarrolló una simulación del comportamiento diario de más de 300.000 marineros en la U.S. Navy, desde el reclutamiento hasta el retiro. Esta clase de simulación de 20 años puede realizarse en una laptop en menos de un minuto, y le ha permitido a la Marina probar en un solo día más escenarios de los que normalmente podrían probar en un año.

Con este enfoque, la pericia del directivo recupera su rol primario y los resultados de la simulación pueden ser analizados en conjunto por el directivo y el científico de datos.

Además de incrementar la transparencia, el combinar la experiencia de campo y los datos también incrementa la exactitud predictiva. En el 2014, un fabricante de autos trabajó con una plataforma de análisis de marketing ABS para planear el lanzamiento de un nuevo modelo. El ABS recomendó lanzarlo seis meses antes de lo que el cliente había planeado. En el 2016, el fabricante lanzó el nuevo modelo en la fecha recomendada: un año después comprobó que el ABS había predicho las ventas mensuales del primer año con precisión del 93%.

Al combinar datos y la pericia del directivo en un modelo predictivo, ABS resuelve problemas complejos en forma transparente y con un alto grado de exactitud. La creciente disponibilidad comercial de herramientas y materiales didácticos de ABS sugiere que este nuevo enfoque está preparado para revolucionar la administración de negocios.

(Paolo Gaudiano es presidente y director de tecnología de Icosystem Corp).

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