SABINA NAWAZ

Es tiempo de retirar el dicho “no me traigas problemas; tráeme soluciones”. Incluso aunque los defensores de este enfoque creen que reduce las quejas e impulsa las carreras, en realidad está repleto de desafíos.

No todos los problemas tienen una solución fácil. Atender la complejidad de las situaciones más significativas puede requerir un grupo de personas talentosas con diversos puntos de vista. El enfoque de “tráeme una solución” también puede llevar a que los empleados se cierren por miedo, promover una cultura de intimidación y evitar que algunos problemas salgan a la luz hasta que sean crisis completas.

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Si decir “no me traigas problemas” es tan problemático, ¿por qué tantos directivos continúan diciéndolo? Una razón clave es el deseo de evitar las quejas excesivas. Sin embargo, comunicar las desventajas y bloqueos potenciales respecto a una iniciativa no es quejarse, y puede brindarle a los líderes valioso tiempo extra para evitar una crisis.

He aquí cómo puede alentar a su equipo a plantearle problemas de forma más productiva:

1. Vuélvalo seguro.

Modifique su comportamiento, de forma que las personas no tengan miedo de darle malas noticias. En su libro “Business at the Speed of Thought”, Bill Gates explica que una de sus labores más importantes como CEO era escuchar las malas noticias, de forma que pudiera actuar al respecto. Cuando yo trabajé en Microsoft, nuestras revisiones con él solían incluir discusiones detalladas acerca de los problemas.

2. Requiera declaraciones de problemas en lugar de quejas.

Aunque debería querer que las personas lo alerten de problemas potenciales, sus empleados necesitan aprender cómo distinguir entre plantear una preocupación válida y simplemente quejarse. Las quejas suelen identificarse por su tono carente de compromiso y depender de palabras como “siempre” y “nunca”. Las declaraciones de problema, por el contrario, brindan datos objetivos, examinan factores y causas subyacentes, y revelan el rol de todas las personas para crear el problema.

Cuando el asunto se presenta en forma de declaración de problema es mucho más fácil detectar patrones detrás de situaciones específicas. Debido a que los presentadores reconocen su parte en el problema, usted sabe que están abiertos a ser parte de la solución, y no solo culparan a otros. Esto le permite todos profundizar e identificar la causa raíz de la situación.

3. Encuentre a la persona correcta para resolver el problema.

Cuando un empleado le presente un problema, considere su magnitud y la habilidad de esa persona para resolverlo. Si ella puede atender el desafío por sí misma, quizá solo necesita la aprobación o instrucción de usted antes de proceder. Si el tamaño del problema supera su habilidad para resolverlo, alguien más pudiera estar mejor preparado para el desafío. Con base en la situación, usted puede instruir al individuo para extender sus habilidades y enfrentar el desafío; agradecerle por plantear el asunto y asignarlo a las personas adecuadas; o reunir a varios grupos para atenderlo.

Sus empleados siempre van a encontrar problemas. Al invitar a las personas a que los planteen de forma temprana, constante y constructiva, usted reducirá el miedo e incrementará la velocidad de solución de problemas.

(Sabina Nawaz es una instructora global de CEOs).

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