DAVID G. SMITH Y W. BRAD JOHNSON

En privado, muchos hombres son aliados de la igualdad de género. Hable con hombres acerca de sus madres, esposas e hijas, y la mayoría muestran compromiso con la igualdad. Por ejemplo, muchos expresan un enojo real ante la posibilidad de que estas mujeres importantes en sus vidas podrían ser acosadas o asaltadas. Entonces, ¿por qué no hay más hombres que vocalicen su respaldo para las mujeres en el trabajo?

La ciencia social ayuda a revelar una serie de procesos psicológicos que crean timidez y perpetúan el silencio entre aliados masculinos potenciales. Uno es el efecto del testigo. Cuando hay muchos testigos, la responsabilidad se siente diluida, las personas tienden a esperar que alguien más actúe. Otra es la conformidad: el pertenecer a un grupo es poderoso y puede impedir que actuemos en contra de lo que consideramos la opinión mayoritaria. Una tercera razón tiene que ver con el posicionamiento psicológico, la idea de tener algo en juego.

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La investigación sobre el posicionamiento psicológico revela que un aspecto de la reticencia de los hombres a promover las iniciativas de paridad de género es que no creen que a ellos les corresponda como hombres.

Sin embargo, los investigadores han demostrado que estos factores pueden superarse. El entrenamiento sobre intervención de los testigos ha ayudado a que las personas superen sus dudas respecto a involucrarse.

Otras intervenciones le han dado vuelta a la conformidad, y algunas iniciativas de diversidad han atendido al problema del posicionamiento psicológico al incluir a los hombres en la conversación acerca de políticas e iniciativas, para revelar cómo ellos también ganarán conforme los lugares de trabajo se vuelven más equitativos.

Más educación y mayor entendimiento de los procesos psicológicos que pueden afectar el comportamiento es un componente importante para desarrollar aliados masculinos. Sin embargo, el vincular la equidad de género con el liderazgo es igualmente vital.

Para crear una cultura donde los hombres puedan ser aliados, encontramos que es esencial reencuadrar la equidad de género como un tema de liderazgo en lugar de como un “tema de mujeres”.

IMPORTANCIA DE LA INTEGRIDAD

Los líderes deberían enfatizar la importancia de la integridad. Como líder, no es suficiente ser un aliado masculino en la privacidad de su casa o en conversaciones personales con colegas mujeres; debe actuar pública y transparentemente.

Los líderes también tienen una obligación hacia sus equipos de crear un entorno laboral que esté libre de daños y les permita a las personas ser plenamente, creando un lugar de trabajo incluyente libre de hostilidad y de prejuicios. Ellos promoverán políticas que mejoren el lugar de trabajo para todos –incluso quienes no se les parecen– y darán un paso al frente cuando se trata de prácticas de reclutamiento, contrataciones y ascensos.

Es imperativo que los líderes creen un entorno laboral que respalde la alianza misma, un lugar de trabajo donde la curiosidad, el valor, la confianza, el cuidado y el compromiso sean rasgos valorados. Sólo en este entorno los hombres pueden influir como verdaderos aliados masculinos.

(David G. Smith es profesor de sociología en el departamento de temas de seguridad nacional en el United States Naval War College. W. Brad Johnson es profesor de psicología en el departamento de liderazgo, ética y leyes en la United States Naval Academy).

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