Ed Hess

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Andrew Ng ha comparado la inteligencia artificial (IA) con la electricidad, en cuanto que será tan transformadora para nosotros como la electricidad para nuestros ancestros. Tan solo puedo imaginar que la electricidad era desconcertante, atemorizante e incluso sorprendente para ellos –como la IA será para muchos de nosotros. Científicos y firmas de investigación creíbles han calculado que la probable automatización de los servicios de sectores y trabajos profesionales en los Estados Unidos será más de 10 veces mayor que el número de trabajos de manufactura automatizados hasta la fecha. Esa posibilidad es abrumadora.

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Entonces, ¿qué podemos hacer para prepararnos para el nuevo mundo laboral? Ya que la IA será un competidor mucho más formidable que cualquier humano, estaremos en una frenética carrera para mantenernos relevantes. Ello requeriría que llevemos nuestras responsabilidades cognitivas y emocionales a un nivel mucho más elevado.

Muchos expertos creen que los humanos seguirán siendo necesarios para trabajos que requieran pensamiento complejo, crítico, creativo e innovador, al igual que para los trabajos que requieran un elevado involucramiento emocional para cumplir las necesidades de otros humanos. El desafío para muchos de nosotros es que no destacamos en esas habilidades. Somos pensadores que buscamos confirmación y razonadores defensivos que buscamos afirmación del ego. Necesitamos superar esas proclividades para llevar nuestras habilidades de pensamiento, escucha relación y colaboración a un nivel mucho más elevado.

Creo que este proceso de superación comienza cambiando nuestra definición de lo que significa "ser inteligente".

Hasta la fecha, muchos de nosotros hemos alcanzado el éxito al ser "más listos" que otras personas, de acuerdo con la medición de calificaciones y exámenes. Las personas inteligentes son aquellas que reciben las calificaciones más elevadas al cometer la menor cantidad de errores.

La IA cambiará todo eso. Máquinas inteligentes pueden procesar, acumular y recuperar información más rápido y mejor que los humanos. Adicionalmente, la IA puede descubrir patrones mucho más rápido y producir un rango de alternativas más amplio que nosotros. En una era de máquinas inteligentes, nuestra vieja definición de lo que vuelve lista a una persona no tiene sentido.

Necesitamos una nueva definición de inteligencia, una que promueva niveles más elevados de pensamiento e involucramiento emocional humano. La nueva inteligencia se determinará no por lo que conoce, sino por la calidad de su pensamiento, escucha, relación, colaboración y aprendizaje. La cantidad será reemplazada por la calidad, y ese cambio nos permitirá enfocarnos en el duro trabajo de llevar nuestras habilidades cognitivas y emocionales a un nivel más elevado.

La nueva inteligencia se tratará de intentar superar los dos grandes inhibidores del pensamiento crítico y la colaboración grupal: nuestros egos y nuestros miedos. Hacerlo facilitará percibir la realidad como es, en lugar de como quisiéramos que fuera. En concreto, abrazaremos la humildad. Así es como los humanos añadiremos valor en un mundo de tecnología inteligente.

(Ed Hess es profesor de administración de negocios en la Darden School of Business de la University of Virginia y coautor de "Humility Is the New Smart: Rethinking Human Excellence in the Smart Machine Age").

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