Con la calculadora en las manos. Si Paraguay suma otros dos puntos, clasificará a cuartos de final de la Copa América en Brasil entre las ocho mejores selecciones, sin importar otro resultado. Una victoria ante Chile mañana adelantará el desenlace.

Con el empate, la Albirroja deberá ganar en la última fecha contra Uruguay, o míni­mamente sumar un punto para estar matemáticamente adentro.

En el peor de los casos, si la Albirroja cae en sus próxi­mos compromisos, debe apelar a que Bolivia (última del grupo), no consiga más de dos unidades.

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Sin embargo, la preocupación y el descontento hacia la tarea del equipo bajo la conducción del DT argentino Eduardo Berizzo sigue en aumento. Con el citado entrenador en el banco de la Albirroja desde que asumió en el 2019, se ganaron solo dos partidos oficiales, uno a Venezuela, el otro a Bolivia, las más débiles de Sudamérica.

El presente es malo, el futuro incierto, al menos si tiene en cuenta que el gran objetivo es las eliminatorias sudamericanas para volver a un Mundial después de dos ausencias con­secutivas, donde la competen­cia es mucho más dura que la Copa América.

Mala conformación del equipo, error en elección del sistema táctico y cambios muy tardíos, entre otras cosas, se cuestio­nan al entrenador. Además, contra Argentina se dominó el segundo tiempo, pero en todo el partido solo se realizó un remate certero al arco. La Albi­rroja debe enfrentar mañana a Chile y el equipo que se prepara es una total incógnita.

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