Guaraní y San Lorenzo sellaron un empate en el arranque del torneo Apertura ayer en Dos Bocas. El juego generó mucha expectativa en la previa, especialmente por el lado de los aurinegros. Sin embargo, el rendimiento dejó dudas en los aficionados que esperan mucho más del equipo que realizó un par de incorporaciones para esta temporada.
Comenzó con intensidad generando situaciones propicias para anotar, pero no aprovechó. Poco a poco fue quedando, permitiendo el crecimiento del rival, que también se mostró en ataque, aunque sin la precisión necesaria como para merecer el gol.
La figura de doble nueve conformado por Raúl Bobadilla y Fernando Fernández no produjo mucho en el ataque aurinegro. Quizás porque jugaron muy cerca uno de otro y ninguno tuvo el espacio necesario.
Lo mejor de las caras nuevas en Guaraní es el extremo Nicolás Maná, tiene mucho recorrido por el sector derecho, aunque por momento abusa con los centrazos.
El empate le sienta mejor a San Lorenzo, primero porque suma un punto jugando de visitante y además porque supo aguantar los momentos complicados que le generó el adversario. Aún puede seguir mejorando con el correr de los partidos porque tiene buenas alternativas como Salgueiro, Leichtweis y Brizuela, entre otras.