Tras muchos sacrificios, Ryu Sera triunfó con el grupo de K-Pop, Nine Muses, pero cayó rápido en el olvido. Ahora, un programa de televisión en Corea del Sur le da una segunda oportunidad de curar sus heridas. Después de haber conquistado Asia, la cultura K-Pop se expandió a todo el planeta. En agosto, el grupo BTS se convirtió en el primer grupo surcoreano en alcanzar el número 1 de las listas de ventas en Estados Unidos.

Esta moda musical genera miles de millones de dólares al año y atrae a muchísimos jóvenes que buscan obtener su parte del pastel. Pero seis años después de haber dejado el grupo, Sera sigue enfurecida con un sistema extremadamente competitivo que tritura las esperanzas de muchos jóvenes.

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“La industria del K-Pop funciona como una fábrica de producción en cadena”, explica Sera, de 33 años. Sera tenía 22 años cuando pasó una audición con Star Empire, una productora de Seúl. “Había pruebas todas las semanas, era infinito, y los peor clasificados eran despedidos”, cuenta a la AFP.

De las 40 a 50 candidatas para formar parte del grupo femenino Nine Muses, Sera consiguió el puesto de cantante principal. Y la presión se hizo muy fuerte, sobre todo por su físico. “Los mánagers decían cosas como que estaba muy gorda, que me cortara el pelo, y lo hacía... Tenía la impresión que debíamos agradecerles el habernos dado tanta visibilidad”.

“Producto intercambiable”

Al cabo de cuatro años, Sera exigió que las miembros del grupo pudieran decidir qué ropa llevar, participar en las reuniones y que ninguna chica de la banda fuera sustituida. Pero sus productores decidieron no renovarle el contrato. “Hay tanta gente que quiere entrar en este mundo” que los productores “nos consideran a veces como un producto intercambiable”, señala.

Sera decidió entonces lanzar su carrera en solitario. Pidió préstamos, pero sin el apoyo de un productor importante, su trayectoria es breve. De pronto, se vio acosada por las deudas y entró en una profunda depresión. En una sociedad tan competitiva como la surcoreana (con una de las tasas de suicidios más altas del mundo), varias estrellas de K-Pop se quitaron la vida.

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Ryu Sera reconoce que hacerlo estuvo en sus planes. A pesar de ello, los adolescentes siguen agolpándose a la puerta de los productores de K-Pop con la esperanza de llegar a ser estrellas de la música, aunque nadie se preocupe de aquellos que fracasaron, lamenta Sera. Diez años después de haber sido seleccionada por Star Empire, Ryu Sera participa en el programa “Miss Back”, una emisión televisiva que da una segunda oportunidad a las antiguas estrellas del K-Pop.

Mezcla interesante de documental y entretenimiento, cada semana 8 candidatas deben interpretar la misma canción y sólo la ganadora grabará un sencillo. Pero ninguna chica es eliminada. La emisión permite también a estas mujeres contar sus sufrimientos y lo que han vivido durante tantos años. “Una especie de terapia para soldados heridos”, afirma Sera.

Fuente: AFP.

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