El viernes de la semana pasada se produjo en Foz de Yguazú un encuentro entre el presidente de nuestro país, Mario Abdo Benítez, y el de Brasil, Jair Bolsonaro. Fue para inspeccionar los avances de la construcción del Puente de la Integración que se levanta entre Presidente Franco y Foz de Yguazú. Pero la atención de gran parte del país estaba en saber cuánto se está avanzando en las conversaciones sobre la tarifa de la energía eléctrica de Itaipú para el 2022, que todavía no se ha consensuado a pesar de que ya se está a mitad de año.

Por todo lo que se supo a través de los medios, en el encuentro presidencial no se adelantó nada en la negociación del precio binacional de la energía, que sigue hasta ahora oficialmente en la nebulosa. Aunque parece que el Gobierno para­guayo seguirá el ritmo impuesto unila­teralmente por los brasileños; es decir, la reducción a niveles que inicialmente no estaba deseando la Ande. En otras pala­bras, se seguirá al ritmo impuesto por el vecino país, debido a la debilidad en las negociaciones paraguayas.

Lo que declaró a la prensa el presidente paraguayo al terminar el encuentro con Bolsonaro revela lo que podría pasar. “Paraguay plantea una tarifa interme­dia, diría; Brasil busca bajar totalmente la tarifa a 18 dólares y nosotros quere­mos algo intermedio, algo consensuado”, afirmó a los periodistas. Reconoció que se está atrasado en la decisión sobre la tarifa. Pero manifestó que en poco tiempo más se llegaría a un acuerdo en el Consejo de la Itaipú Binacional.

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Con el anuncio del presidente Abdo Bení­tez queda claro que el Paraguay ha dejado su postura inicial de mantener la tarifa a 22,60 dólares el kW/mes y estaría acep­tando reducirla a un precio intermedio, que sería de 20,7 kW/mes. Es decir, esta­mos yendo en la dirección que quieren los brasileños, que es reducir la tarifa, como ellos ya lo hicieron para su mer­cado interno. Con la nueva situación que está admitiendo el Gobierno Nacional, la Ande, que necesita suficiente dinero para realizar las inversiones proyectadas, se va a descapitalizar y la concreción de sus obras queda en suspenso.

En el caso de que la tarifa de la energía de Itaipú se redujera al nivel que desean los brasileños, de 18,95 dólares por kW/mes, el Brasil se beneficiaría con un aho­rro de 452 millones de dólares en el 2022, suma igual a la que dejaría de percibir la Ande para sus proyectos. Y si se bajara la cotización tarifaria a US$ 20,7 kW/mes, entonces Brasil se ahorraría 226 millones de dólares durante este año.

En cualquiera de las opciones de redu­cir la tarifa, el principal perjudicado será la Ande, que necesita dinero para llevar adelante sus planes. Lo que quiere decir que si se acepta la disminución del valor actual, como ya lo anunció el presidente Abdo Benítez, el principal perjuicio será para el ente paraguayo que quedará con menos recursos de los que necesita.

Lo positivo sería que con una tarifa infe­rior el organismo eléctrico paraguayo podría comercializar con mejores condi­ciones de precio con las grandes indus­trias y las nuevas inversiones que pudie­ran radicarse en el país. Pero ese es un proceso que lleva tiempo e implicará convencer a los inversionistas que ven­gan a plantar sus fábricas en el Paraguay. La capacidad de negociación de las autori­dades paraguayas hasta ahora no ha dado los resultados que requiere el país. Por la dilación o ineptitud de los delegados nacionales, se ha llegado tarde a la hora de negociar la tarifa que tiene que regir este año para la energía de la binacional.

Es imposible no abrigar el temor de que en las negociaciones con los brasileños pase lo mismo que en el 2019, cuando por la torpeza de los funcionarios paragua­yos se firmó un acta secreta para adquirir energía de Itaipú a precios más elevados en perjuicio de la Ande. Eso felizmente se abortó, pero produjo una de las peores crisis políticas que amenazó entonces con la caída del Ejecutivo.

El Gobierno debe poner a sus mejores negociadores y controlar que actúen con solvencia intelectual y moral. Que defien­dan los intereses del país con patriotismo, como corresponde a esta tarea de tanta trascendencia nacional.

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