La Asociación de Bancos del Para­guay (Asoban) y la Asociación de Bancos y Financieras del Para­guay (Abafi) solicitaron al Banco Central del Paraguay (BCP) que aplique una tarifa especial, hasta ahora no exis­tente, a las transferencias que se realicen a través del servicio de Sistemas de Pagos del Paraguay, más conocido como Sipap. De aprobarse el pedido, realizar transfe­rencias de dinero a través del sistema ban­cario será más caro para los usuarios, por lo que ha recibido el rechazo de organi­zaciones económicas empresariales y de técnicos del área financiera, que califican la idea de un retroceso en el proceso de formalización del uso de la moneda.

En su nota del 23 de mayo último, la Aso­ban y la Abafi solicitaron al Banco Central que se empiece a cobrar comisiones por las transferencias para “el sostenimiento de las inversiones en tecnología y seguridad”. Las tarifas se cobrarían a las transferencias rea­lizadas por el Sipap-Sistema de Pagos Ins­tantáneos (SPI).

De acuerdo con la petición de ambas enti­dades, “en todos los casos el costo estará a cargo del originador de la transferencia y será más el IVA correspondiente a la tarifa; para el BCP será del 20% de cada tarifa efec­tivamente cobrada”. Para apoyar su solici­tud resaltan que “la propuesta presentada es largamente menor a los costos tarifarios que son aplicados en otras plataformas de transferencias utilizadas en el mercado”.

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Recientemente la banca central comenzó a aplicar una prueba piloto de operaciones del Sipap denominado Sistema de Pagos Ins­tantáneos (SPI) con el propósito de que se puedan hacer las transferencias las 24 horas del día y los siete días de la semana, para dar más facilidades a las transacciones que se realicen en el sistema bancario del país.

Si la banca matriz llegara a acceder al pedido de las entidades privadas, “sería un gol­pazo para el bolsillo de todos los usuarios”, como lo calificó el ex miembro del directorio del BCP y ex titular de Hacienda, Santiago Peña, porque haría más elevado el costo de las transacciones en el sistema bancario. Agregó que sería un retroceso en la inclu­sión financiera que haya menos usuarios del sistema bancario y se reduzca el acceso de los emprendedores. Manifestó que los ban­cos cobran comisiones a través de la inter­mediación de las diferencias de tasas de interés entre lo que paga a depositantes y lo que cobra a los que toman créditos.

Para la ex ministra de Hacienda, Lea Gimé­nez, es totalmente inoportuno en estos momentos, siquiera pensar en la idea de poner un precio a un bien público, aten­diendo a que el sector privado no se animó en su momento a dar la iniciativa. Y cali­ficó de miserables a los que plantearon esta medida en el contexto actual, sobre todo si se tiene en cuenta que viene de parte del sec­tor financiero, que es el menos afectado por la pandemia.

Refirió que los bancos hablan de los costos que hay en las transacciones, “pero en reali­dad ellos no hablan de los tremendos bene­ficios que esto trae para el sector, como, por ejemplo, significa que es el final del cheque”, en que se ahorra toda la infraestructura nece­saria para manejar cheques, papeles y demás. “Hoy está todo digitalizado, y eso ayuda con la trazabilidad, incluso hay grandes ahorros, aparte de papeles, en lo que es la automatiza­ción de la parte contable”, sentenció.

Exponentes del sector empresario reaccio­naron fuertemente desestimando la preten­sión de los bancos y financieras de cobrar comisiones por las operaciones bancarias que se realicen en el futuro. El presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), Alberto Sborovsky, fue muy cate­górico. “Esto es absolutamente inaceptable, va en contra del incentivo a la bancarización y promueve el manejo del efectivo”, escribió en su cuenta de Twitter.

Hace nueve años atrás, en el 2013, el Banco Central había aplicado el sistema de Sipap como propuesta de modernización del sis­tema financiero del país, simultáneamente con la digitalización, realizando inversio­nes y tecnología cuyo resultado se calificó de exitoso.

Teniendo en cuenta los nuevos costos y otros inconvenientes que tendrá para los distintos actores de la economía cobrar por las transferencias bancarias, es de esperar que el BCP no acceda al pedido mencionado. El rechazo que ha recibido demuestra que no goza de aceptación popular.

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