Algunos especialistas señalan que en estos momentos es fundamental la lucha contra la pobreza apoyando a la economía. Razonan que solo así se puede combatir con posibilidades de éxito a la pandemia sanitaria y sus graves consecuencias en la vida del país. Algunos han resumido la idea señalando que la mejor batalla que se pueda emprender actualmente contra la enfermedad es lidiando contra la pobreza. Al mismo tiempo que se plantea la acción en los centros médicos y en las casas para recuperar a los enfermos.
Si por causa de la enfermedad no se toman fuertes medidas para ayudar a que se movilice la economía para que trabaje la gente, cualquier decisión que se tome para aplacar la pandemia no tendrá éxito social, pues acabará aumentando la cantidad de pobres y de necesitados. Con lo cual una dolencia que afecta médicamente a menos de 300.000 personas en estos momentos, acabará haciendo estragos en los bolsillos y el estómago de millones de paraguayos.
El ex presidente del Banco Central del Paraguay (BCP) Carlos Fernández Valdovinos sostuvo que, si no hay vacunación masiva y no se revierte la enfermedad, este año aumentará aún más la pobreza, no habrá recuperación y el resultado final será lamentable.
En el programa “Fuego cruzado” de canal GEN, el economista indicó que se esperaba este año tener un rebote económico, con una recuperación del 4%, lo que en estos momentos está en duda debido a los problemas que se tienen con la pandemia.
Dijo que en la actualidad el país no cuenta con los factores que anteriormente ayudaron a reducir la pobreza, como la estabilidad macroeconómica, que había permitido realizar mejores inversiones y los gastos sociales que se hicieron.
Recordó que en el 2020 el déficit fiscal se disparó por la pandemia y que el monto de los planes de ayuda social del año pasado difícilmente se alcance en el 2021. Indicó que la expectativa es que creceremos menos y que por eso la expectativa del alza de la macroeconomía no llegaría a la microeconomía.
Advirtió que la pobreza será diferente, pues ahora los pobres no estarán en las zonas rurales sino en las áreas urbanas donde los trabajadores se dedican a las manufacturas o a los servicios. Afirmó que entre el 70% y el 80% del ingreso de las familias se origina en el trabajo, y que, si no se resuelve el tema laboral, será muy difícil combatir la pobreza. “Se necesita que la gente trabaje y que las empresas pequeñas y medianas estén funcionando mucho mejor que el año pasado. Hay que seguir con los planes sociales, pero eso no será suficiente”, remarcó.
Para que no aumente la pobreza, el Gobierno no debe plantear nuevos cierres o cuarentenas, pues serán muy dañinos para la gente, especialmente para los trabajadores que quedarán sin ocupación. El especialista en empleos Enrique López aseguró que, si se dan medidas rígidas para contener el covid, como la cuarentena, unos 2.100.000 trabajadores que dependen de los comercios, el transporte de media y larga distancia y los servicios se verían muy perjudicados.
Manifestó que el mercado laboral está dividido en dos partes: una, compuesta por 1.600.000 individuos, que no tiene mayores apuros, en que están los funcionarios públicos, los trabajadores del campo, los obreros de la construcción, además de los dependientes de la industria de alimentos y limpieza. Y la otra parte está compuesta por esos 2.100.000 trabajadores, que no podrían laborar si se vuelve a una cuarentena porque se cerrarían los negocios y sectores que los contratan.
El tema se presta a un análisis que ayude a dilucidar la situación. Porque si bien el sector privado insiste en la vacunación y en que no se vuelva a un nuevo aislamiento, la idea del cierre parece atraer a algunos sectores oficiales teniendo en cuenta la presión sanitaria. Hasta ahora el Gobierno no da señales claras sobre la actitud que asumirá. Debería sopesar las razones, las consecuencias que tendrá el paro que castigará a miles de paraguayos sin trabajo y a empresas que luchan por su sobrevivencia. Una nueva cuarentena no disminuirá los contagios, como ocurrió en Semana Santa, y en cambio terminará golpeando a los más débiles, creando mayor cantidad de pobres.