Uno de los desafíos más importantes que deberá enfrentar el Gobierno en el 2020 es la deuda, los compromisos financieros que deberá abonar y el nuevo endeudamiento que proyecta realizar. No solo deberá pagar 14% más que este año, sino que se propone contratar nuevos préstamos con los que su endeudamiento aumentará en 19,21%. El Estado prestará más plata que este año para pagar lo que debe porque no tiene fondos.
El Poder Ejecutivo tiene previsto endeudarse por 1.551 millones de dólares, lo que frente a los 1.301 millones de dólares del 2019 implican 250 millones más de nuevas deudas.
Uno de los principales débitos que contraerá será con la colocación de bonos por valor de 547 millones de dólares. La mayor parte de ese nuevo pasivo, 369 millones de dólares (el 67,45% del total), se destinará a pagar los vencimientos del año. Lo que quiere decir que el bicicleteo de prestar dinero para pagar deuda tendrá un alza del 23%. Esto porque antes solo la mitad de los nuevos préstamos era para saldar el pasivo.
Si de cada 100 dólares de los bonos colocados anteriormente se utilizaban 50 para cumplir con los acreedores; con este nuevo presupuesto, en el 2020 de esos 100 dólares se usarán 67,45 para los vencimientos del año.
El total de pagos para cumplir con los acreedores el año venidero ascenderá a 753 millones de dólares. De la suma mencionada, 383,7 millones de dólares corresponderán a los intereses y las comisiones, en tanto que para aliviar el capital prestado se abonarán 369,7 millones de dólares. Lo que quiere decir que solo el 49% de esos pagos será para amortizar el dinero recibido en préstamos, en tanto que el resto será pura carga financiera.
A fines de julio último, la deuda pública ascendió a 8.615 millones de dólares, lo que representa un incremento del 7% con relación al saldo de diciembre pasado. Esta suma equivale al 21,8% del Producto Interno Bruto (PIB). Si la población paraguaya es de 7 millones de personas, hasta julio cada habitante debía 1.230,7 dólares.
De acuerdo con las explicaciones de los técnicos del Gobierno, la principal vía de endeudamiento del Estado paraguayo en la actualidad es la emisión de bonos soberanos, cuyo saldo es de 4.896,9 millones de dólares. Por consiguiente, el 56,84% de todo lo que debe el país es por los bonos colocados, ya sea en el exterior como en el interior del país.
En el segundo lugar del endeudamiento del Paraguay están los créditos multilaterales, que ascienden a 2.806,3 millones de dólares, que constituyen el 32,57%, prácticamente un tercio del total. También se apuntan los préstamos bilaterales que alcanzan 211,5 millones de dólares, el 2,45%. A los que se añaden otros pasivos como la deuda con el Banco Central del Paraguay (BCP) y los contratos denominados llave en mano, que juntos suman 700 millones de dólares.
Es normal que la administración de un país contrate préstamos para atender sus necesidades, dado que no tiene suficientes recursos internos, sobre todo para realizar obras diversas y así mejorar la situación de su infraestructura, entre otras cosas. En ese sentido, el Paraguay tiene un atraso de décadas por razones históricas que son explicables. Pero lo que nunca se recomienda es contratar nuevas deudas en gran cantidad para pagar su endeudamiento porque es un círculo vicioso que puede llevar al país a extremos que viven hoy otras naciones que están al borde de la cesación de pagos.
Esta situación habla a las claras de que las finanzas públicas están muy mal y que a este paso irán de mal en peor. Sobre todo si no se toman las medidas para remediarlas.
Ese es el trabajo que le compete ahora al Gobierno, mejorar las finanzas del país haciendo una administración más eficiente mediante el aumento de las recaudaciones y el ahorro en los gastos públicos. Por lo que lleva hecho hasta ahora, en esta tarea tiene que perfeccionar enormemente la calidad de su gestión para salir del pozo y mejorar la situación del país.