El Banco Central del Paraguay (BCP) ha informado que las exportaciones paraguayas del primer semestre del año tuvieron un repunte del 10,5% con rela­ción a similar período del año pasado, lo que representa una noticia reconfor­tante. Pero lo más significativo, por los problemas que se vivieron ese tiempo con el “affaire” de los frigoríficos y el paro de camioneros, es que tanto las ventas de la carne al exterior como las de soja han tenido un buen repunte.

Conviene sopesar los datos para tener mejor idea de lo acontecido de enero a junio en nuestro país. En los primeros meses del año, por el problema de camio­neros y asuntos conexos, las exportacio­nes de soja habían mermado en compara­ción a las cifras del año anterior. Y entre abril y mayo explotó el tema del contra­bando de importaciones de carne brasi­leña de varios frigoríficos, que hizo que disminuyera la producción y venta de esas industrias, entre las que se encuentran algunas de gran volumen de facturación. El impacto mediático fue grande, se pro­hibió la exportación a varias industrias, se inmovilizaron algunas unidades fabri­les y se asumía el temor de un pronóstico desfavorable para el sector.

Felizmente, la realidad demostró que las cosas marchaban sin mayores con­tratiempos. Y las cifras actuales del BCP indican que, superadas las dificultades de los primeros meses, los embarques de soja repuntarán con fuerza, lo que hizo que se facturara por 1.585,9 millones de dóla­res, que representan un 17,3% de aumento comparado con el primer semestre del 2017. Lo mismo ocurrió con la venta de carnes, que mediante la acción de los fri­goríficos que no fueron sancionados hubo una mayor exportación, con un alza del 14,5% en su facturación frente al primer semestre del año pasado.

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El repunte de la venta de la carne y la soja hizo olvidar los temores que podían exis­tir, al que se añadieron las buenas ven­tas de otros productos, como la harina de soja, que tuvo un aumento del 55,8%, y otros productos como los de la industria maquiladora, que facturaron un 61% más.

Esto quiere decir que, a pesar de las serias dificultades que se han tenido en esos sec­tores importantísimos en esta primera parte del año, el país sigue su marcha ascendente en forma segura. Puede haber situaciones sectoriales adversas, pero el ritmo y la velocidad de las actividades económicas no se ven afectados por ellas, como más de un negativista había pronos­ticado.

No se puede negar que los problemas vivi­dos en el caso de la carne, principalmente, hacían temer una caída en los embarques. Pero las cifras que se conocen ahora han demostrado que si el tema tuvo su influjo, se ha visto compensado por el mayor volu­men de participación de otras industrias del sector que hicieron desaparecer a nivel global las dificultades aludidas.

El incremento de las ventas del país en este medio año hace presumir que en todo el 2018 tendremos cifras positivas y que aumentará el ingreso de divisas para mejorar las condiciones del país. Una de las lecciones que se pueden extraer de esta situación es que la economía para­guaya está tan sólida que, a pesar de los problemas que pueden afectar a algunos sectores, sigue su curso en forma favora­ble. Que las dificultades que suelen gol­pear la vida de un país en esta ocasión no le han hecho mella debido a que tiene recursos y medios para sobreponerse rápidamente en casos adversos.

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