De unos años a esta parte, la infraestructura en torno a la capi­tal del país tuvo un sostenido y paulatino mejoramiento con obras de envergadura. Entre ellas se puede mencionar el superviaducto del estraté­gico cruce de Madame Lynch y Aviadores del Chaco, que ha servido para descongestionar el prolongado tránsito de este acceso clave a Asunción desde la zona de Luque.

Otros proyectos realizados durante la admi­nistración actual y que se han convertido en realidad son el túnel de la avenida Semidei, que ayudó a descongestionar la concurrida Ruta Transchaco, así como los viaductos a Remanso y a la ciudad de Limpio, dos obras que han contribuido a relegar al pasado el cal­vario que suponía circular por la Ruta 3.

Con la urbe luqueña también otra obra de enorme valor es la autopista Ñu Guasu, que comunica la zona noreste de Asunción con los barrios periféricos y el centro de Luque, ade­más de interconectar con el aeropuerto inter­nacional Silvio Pettirossi.

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Esta autopista y la obra del superviaducto, que durante su construcción recibieron muchísimas críticas, ha ayudado a descon­gestionar y a aliviar el tránsito en ese sector que durante años ha sufrido de colas inter­minables y ha supuesto un verdadero dolor de cabeza para el automovilista que sufría durante horas para poder ingresar o salir de Asunción.

El acceso Ñu Guasu forma parte de un pro­yecto más ambicioso y que representa un ver­dadero desafío de gestión: la Costanera II.

La segunda etapa de la Costanera asuncena, la que mira al Norte, está entrando en su etapa definitoria, ya que en los próximos días se habilitará parcialmente esta importante vía que agilizará la circulación por esa zona de la ciudad.

Luego de varios meses de intensas labores de profesionales así como la incesante opera­ción de maquinarias, la próxima semana esta obra clave que impulsa el Gobierno Nacio­nal, a través del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), será abierta al tránsito automotor, aunque solo se podrá uti­lizar –por ahora– en horario diurno.

Y sus beneficios desde el primer día serán notorios. Un aspecto es el que tiene que ver con el tiempo de circulación. Lo que nor­malmente llevaba hacer unos 50 minutos el tramo desde el Jardín Botánico hasta el cen­tro de Asunción, considerando el trayecto por la saturada avenida Artigas, ahora se reducirá ostensiblemente a unos 8 minutos aproxima­damente. El tiempo que ahorra el conductor es significativo, ya que puede optimizar sus tiempos.

Otro elemento relevante es la cantidad de personas beneficiadas por esta obra de enver­gadura. Según cálculos de los expertos, la Costanera Norte beneficiará de manera directa a unos 100.000 paraguayos. La exten­sión de esta obra tampoco es menor puesto que desde que nace, cerca de Puerto Botá­nico, hasta su desembocadura, allí en la zona de Gral. Santos, este acceso comprende 11 kilómetros en total, es casi tres veces más larga que la Costanera original, que va de Gral. Santos hasta el centro de la ciudad de Asunción.

Sin dudas, estas obras en torno a la capital de la República no solo ayudaron a deshacer la saturación que había en horas pico para acce­der o salir de Asunción, sino principalmente, estos que fueron proyectos alguna vez y que son hoy una hermosa realidad, le dan otra fisonomía a la ciudad y un toque de moder­nidad. El país está cambiando y avanzando, contar con rutas y accesos renovados era una prioridad que durante este gobierno se han podido concretar. A partir del 15 de agosto próximo, ya con otro inquilino en el Palacio de López, se espera que las obras de infraes­tructura continúen.

Para ello, en el MOPC dejarán un banco de proyectos con los trabajos más importantes y estratégicos, pensados con una visión a 20 años.

Hay voluntad política, hay planes y hay recur­sos, es hora de hacer trabajar las máquinas.

Etiquetas: #Infraestructura

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