La semana pasada estuvo en nuestro país la máxima autoridad del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien estaba realizando una gira por diversos países de Latinoamérica. A parte de evaluar la economía paraguaya, a la que calificó en buenísimos términos resaltando sus excelentes indicadores, dejó un mensaje de optimismo, que resulta un compromiso y un desafío para nuestro país. Pero también señaló pistas ciertas de hacia dónde hay que seguir y qué hay que hacer.
Porque si la economía del Paraguay mostró resultados excepcionalmente buenos, a pesar de la adversa coyuntura regional, es porque las autoridades e instituciones del país realizaron un buen trabajo en todos los ámbitos del sector. Y si el país quiere continuar por la misma senda, las autoridades que asuman en el próximo gobierno deberán trabajar más y mejor para conseguirlo. El silogismo es simple y la conclusión, muy obvia: querés seguir bien, continuá por el buen camino trazado.
En la última actividad que realizó la directora gerente del Fondo en nuestro país, en el encuentro que se denominó "América Latina y el FMI", dijo que cuando en el mundo la situación estaba muy difícil, sobre todo para nuestros países vecinos, Argentina y Brasil, "Paraguay logró un crecimiento muy bueno comparado con otros, y, basados en nuestros análisis, creo que han hecho más del potencial que habíamos pensando en una primera etapa". A continuación, agregó: "Pero ese rendimiento alto o potencial no es suficiente".
La gerente de la autoridad monetaria mundial reconoció también los avances en la disminución de la desigualdad. Sin embargo, insistió en la necesidad de seguir trabajando en este sentido, ya que investigaciones realizadas indican que la existencia de la desigualdad no permite el crecimiento económico sostenido, como el que se desea para nuestro país.
Por el análisis realizado en la ocasión, está claro que ya no es suficiente lo que se alcanzó en lo económico y en lo social porque lo que se ha conseguido hay que consolidarlo y aumentarlo para seguir adelante obteniendo mejores resultados aún.
Por eso, en esa misma reunión, Lagarde insistió en que para que ese crecimiento que hoy en día es fuerte se torne sostenible, se debe seguir en la senda de políticas macroeconómicas estables, los colchones fiscales, inversión en infraestructura, distribución de la energía producida, inversión en educación y salud.
Más claro, imposible: para que la buena situación económica del Paraguay pueda sostenerse en el tiempo, el gobierno que venga después del presidente Cartes tiene que continuar haciendo lo mismo que vino realizado la administración actual, con los énfasis y estilos propios de la nueva gente, pero enfocado en la misma dirección.
En un giro casi poético, la señora Lagarde, refiriéndose a Paraguay, hizo después la siguiente comparación: "El sol brilla, el crecimiento está sólido acá en la casa y este crecimiento también es bueno afuera. Tenemos una recuperación a nivel global, entonces cuando hay sol es que uno quiere arreglar el techo, como se dice".
No cabe duda de que las nuevas circunstancias del mundo están cambiando favorablemente, como ha dicho la autoridad del FMI, por lo que se vislumbran en el horizonte tiempos saludablemente optimistas para el Paraguay.
Pero que, obviamente, implican nuevos compromisos y desafíos a los que hay que enfrentar con sabiduría, decisión e inteligencia, que es la gran tarea que quedará en manos de las autoridades nacionales que asuman en agosto venidero.
El camino ya ha sido trazado y andado en gran medida con muchos aciertos. Los primeros frutos ya se han cosechado buenamente. Solo resta ahora seguir andando por la senda ya abierta por la actual administración continuando con los aciertos conseguidos y con la tarea de consolidarlos para el bienestar del país.