Tallin, Estonia | AFP.

Tras el gran papel que tuvieron en el Mundial de Rusia-2018, Antoine Griezmann y Luka Modric tendrán en la Supercopa de Europa, este miércoles en Tallin (19h00 GMT), el último gran escaparate donde mostrar sus credenciales para optar al Balón de Oro.

Uno levantó la Copa del Mundo como líder de los Bleus, además de haber sido el líder de un Atlético de Madrid que conquistó la Europa League, el segundo título europeo de clubes, derrotando por 3-0 al Marsella, con doblete de Griezmann.

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El francés, además, ha provocado muchos rumores sobre una posible marcha a otro equipo durante la ventana estival de fichajes, hasta que decidió quedarse en el Atlético de Madrid, que ha convertido al delantero galo en uno de los futbolistas mejor pagados del planeta.

Modric, por su parte, hizo historia con Croacia al liderar a la selección del pequeño país balcánico hasta la final del Mundial de Rusia, que perdió por 4-2 ante Francia. El 'cerebro' croata fue elegido, además, el mejor jugador del torneo.

El menudo centrocampista ha sido uno de los líderes del Real Madrid en las últimas temporadas y uno de los artífices de las tres Copas de Europa consecutivas ganadas por el club blanco en las últimas temporadas.

No obstante, Modric siempre estuvo a la sombra de Cristiano Ronaldo, aunque la marcha del portugués a la Juventus puede dar al croata un nuevo estatus en el Real Madrid... siempre que no se cumplan los rumores de una posible salida al Inter.

Ambos buscarán compartir el podio, presumiblemente, con Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, cuando a finales de año la revista francesa France Football anuncie el ganador del Balón de Oro-2018.

Cierto es que ni el portugués ni el argentino protagonizaron un gran Mundial (sus selecciones quedaron apeadas en octavos), pero no faltan en el podio del Balón de Oro desde 2007 (con la única excepción del 2010, en la que el luso no estuvo entre los tres finalistas) y se han repartido el prestigioso galardón en la última década, con cinco para cada uno, un récord que comparten ambos 'cracks'.

Messi, además, ganó el doblete Liga-Copa con el Barcelona y Ronaldo llevó al Real Madrid a conquistar su tercera Champions consecutiva, la 13ª de la historia para el club blanco.

Faltos de ritmo

Por ello, la Supercopa de Europa que se disputará este miércoles en Tallin se presenta como el último gran escaparate en el que Griezmann y Modric puedan sumar puntos para optar al prestigioso premio, sobre todo, teniendo en cuenta que otros aspirantes al podio, además de Messi y Ronaldo, no estarán en este partido, como el otro gran favorito a estar entre los mejores, el francés Kylian Mbappé, o ya, con menos opciones, el egipcio Mohamed Salah, el inglés Harry Kane o el belga Eden Hazard.

El problema que se pueden encontrar tanto Griezmann como Modric es que, debido a su exitosa participación en el Mundial, han sido de los últimos en incorporarse a los entrenamientos de sus respectivos equipos y sus entrenadores, Diego Simeone y Julen Lopetegui, podrían dejarles en el banquillo de suplentes debido a que no tienen el mismo ritmo que sus compañeros.

De ser así no tendrán que desesperar, ya que aún quedarán cuatro meses de competición de clubes, campeonatos nacionales y sobre todo Liga de Campeones, para ir sumando puntos hacia eso objetivo dorado.

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