Fuente: Fed Cup

Las dos naciones más exitosas en la historia de la competencia se medirán en noviembre por el título. Las europeas, en casa, buscarán su undécima corona. Estados Unidos, la 19ª.

Más no podría ofrecer la final de la Fed Cup por BNP Paribas que dirimirán el 11 y 12 de noviembre la República Checa y Estados Unidos.

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Supone el enfrentamiento de la número 1 contra la número 2. La campeona vigente contra la campeona del año anterior. La favorita contra la segunda favorita.

Haciendo honor a su pedigrí, durante el fin de semana ambos equipos sentenciaron su pase a lo grande.

Las grandes figuras fueron las checas Petra Kvitova y Karolina Pliskova, y las estadounidenses Madison Keys y Sloane Stephens, quienes consiguieron los puntos necesarios para sus países ante Alemania y Francia, respectivamente.

Raquetas de lujo

De cara a la final, las checas cuentan con una nómina envidiable: dos Top 10, 5 Top 60 y 7 Top 100 entre sus mejores jugadoras; todas, a excepción de Lucie Safarova, de menos de 30 años.

Estados Unidos también tiene dos Top 10, 4 Top 20, 6 Top 60 y nada menos que 14 jugadoras entre las 100 mejores del mundo. Eso, sin contar a la recientemente incorporada Serena Williams, deportista con más títulos de Grand Slam individuales, con 23, volviendo de su maternidad.

En frío, todas las estadísticas todas favorecen a las estadounidenses. En el frente a frente, tienen marca de 10-2, en títulos de Fed Cup manda 18 a 10 y en finales jugadas 30 contra 12.

Un imponente total de 28 títulos entre las dos naciones y 42 finales combinadas.

Sólo la historia bien reciente da a las checas su punto fuerte: jugarán la sexta final de Fed Cup en las últimas ocho ediciones.

Expectativa de lado y lado

“Estamos felices de estar en la final. Tal vez preferiría Francia. Estados Unidos tiene grandes jugadoras”, dijo Kvitova tras conseguir el tercer punto definitivo en la semifinal ante Alemania al vencer 6-2, 6-2 a Angelique Kerber.

Kvitova es campeona ya cinco veces de la Fed Cup y con un récord de 30-10 en singles.

“Ojalá podamos seguir en este nivel por un tiempo, teniendo la emoción de saber que más adelante en el año jugaremos en la final”, expresó por su parte Keys, tras derrotar a Pauline Parmentier 7-6 (4), 6-4.

“Va a ser una emocionante final contra la República Checa”, concluyó.

Esa final soñada se disputará con la República Checa como anfitriona y no sería de extrañar que el O2 Arena de Praga sea el escenario escogido para dilucidar tan esperado desenlace.

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